Capítulo 70 (Betty)

1.2K 106 1
                                    

Eran más de las 11 de la noche y Juggy no aparecía todavía. Lo llamé y le mandé mensaje de texto, pero nada, no contestaba.

Quizás las cosas con su padre no habían salido bien y quería estar solo.

Convencida que no iba a venir, le dí a mamá las buenas noches y me fui a mi cuarto. Me bañé, me puse mis cremas y mi pijama.

En lo que estaba abriendo la cama para dormir, sentí un ruido en mi ventana. Fui a ver con la esperanza que sea Jughead...

Y efectivamente, mi amor con ojos de mar embravecido, estaba allí con cara de disculpa.

Abrí la ventana y dije: - sube amor.

Ágilmente se trepó por el árbol de mi jardín, y saltó hacia mi ventana. En ese momento me hice hacia atrás para que pudiera entrar.

Estaba muy guapo, como siempre. Tenía un pantalón negro con una remera gris y una camisa a cuadros encima. Traía su gorro de siempre, y con una mirada intensa me derritió por completo.

Me atrajo hacia él y puso su nariz en mi cuello, aspirando mi aroma. Luego me dio pequeños besos en donde la piel de mi cuello se ponía más delgada y suspiré.

Me separe de él y lo mire a los ojos: - No contestaste mis llamadas.

-Perdóname ángel, me desocupe tarde del penal y cuando llegue a casa deje el celular cargando. Vi tarde todas las llamadas, por eso ya no te llame, sino que vine directamente.

-Esta bien amor, entiendo- dije derrotada por sus argumentos. Además no tenía sentido estar disgustada cuando él estaba ahí, y su presencia era como un gran imán que me llevaba hacia el.

Me sonrió y me trajo de nuevo cerca. Puso sus manos peligrosamente cerca de mi trasero y dijo: - ¿cree que esta noche podría invitarme a dormir, señorita Cooper?.

- No lo sé, señor Jones. Usted me hizo esperar demasiado- dije como si estuviera contrariada- ¿cómo cree que podrá arreglar eso?- le sonreí.

El me sonrió de vuelta, mientras me levantaba del suelo haciendo me pegara a su cuerpo, enredando mis piernas en su espalda.

El pasó sus manos por debajo de la musculosa del pijama, ciñendo mi talle, y mirándome con amor me llevó, como si fuese su más grande tesoro, a la cama que compartiría con él esta noche.

Vuelta a la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora