Capitulo 9 (Betty)

2.5K 180 7
                                    


Al día siguiente fui a la escuela muy ilusionada por ver a Jughead. No había dormido muy bien anoche, repasando cada momento que había estado en su presencia y recordando cómo me había hecho sentir. Anhelaba sentirlo cerca de nuevo, poder oler su loción y sentir su tacto sobre mi nuca. Ok. Quizás era mucho pedir lo sabía, pero con que estuviera cerca ya me conformaba.

Fuí vestida con más esmero de lo normal, cada detalle bien cuidado. Cuando me vea Verónica estará muy contenta con mi cambio, pensé.

Y así fue como pasó: - Ohhhh en verdad B, ¡¡ no puedo creer lo que ven mis ojos !! ¡¡Por fin tomaste mis consejos de moda!! - medio chillo en mi oído.

- Me di cuenta que tenías razón V, así que comencé el cambio- replique. No iba a contarle lo de Jughead, no todavía, porque no sabía qué era esto que comenzaba a sentir.

Mi mejor amiga me tomó del brazo y muy emocionada me dijo que podríamos ir a una tienda de ropa que habían abierto en el pueblo cercano y ver lo que tenían. Además, me habló de las revistas de moda que había comprado y todo lo relacionado al tema. No paró de hablar hasta que llegamos a clase de química.

Al llegar, esperaba que estuviese Jughead, ya que había "chequeado" - por decirlo de una manera elegante- sus horarios y coincidíamos en muchas materias. Lo busqué ansiosa con la mirada pero no lo encontré.

Me decepcioné un poco al no verlo, quizás se le había hecho tarde o quizás podría haber elegido otro curso.

Pasaron las horas muy lentamente hasta el almuerzo. Ahí también lo busqué frenética con la mirada y no logré hallarlo tampoco.

Al sentarme en mi mesa usual, Verónica me preguntó: - Betty ¿estás bien? Te noto rara, como distraída.

Salí a la defensiva y con un gesto de la mano, como restándole importancia, le mentí que me abrumaba todo lo que tenía hacer de la escuela. Verónica sabía que yo estaba metida en mil cosas, y que casi no tenía tiempo para comer.

Al pasar el almuerzo, me dí cuenta que Jughead no iba a aparecer y me preocupé por el.

 Era estúpido, lo sabía. Preocuparse por alguien que conocí hace UN día, y que antes no era nadie, que no existía en mi vida. Pero había llegado a mi mundo, eso no lo podía negar. Me tranquilicé a mi misma pensando que al otro día seguro aparecería, y me contaría porque no vino hoy a la escuela.

Con esa certeza, me pasé toda la tarde haciendo la tarea que tenía atrasada, la ayudé a mamá con las cosas de la casa y hasta tuve tiempo de leer la novela que estaba en mi mesa de luz.

Al día siguiente, me desperté sobresaltada. Había soñado con Jughead. Demonios, no podía sacarme de la cabeza su sonrisa ni sus ojos de tormenta de verano.

 Aquellos ojos.... - me volveré loca- dije en voz alta, agarrándome la cabeza con las manos.

Repetí el ritual de cada mañana y partí a la escuela a ver si hoy me encontraba con Jughead. Sí, ahora mi principal prioridad se había vuelto verlo a él, saber que estaba bien...

Pero ese día no apareció tampoco, ni el siguiente...

Vuelta a la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora