Capítulo 55 (Jughead)

1.3K 105 13
                                    


Se despertó pensando en Betty. A veces le sorprendía a sí mismo lo que amaba a esa muchacha. No se acordaba de cómo era su vida antes de ella, es como si no hubiese existido siquiera. Era más que evidente, ella lo trajo de vuelta a la vida.

Sonrió ante el recuerdo de anoche, como ella había temblando en sus brazos por su cercanía, como el traje de baño mordía su figura... No sabía en realidad cuanto más iba a aguantar si no la hacía suya.

El ya era de ella, ya estaba perdido de amor.

Fue a darse un ducha fría así se calmaban sus pasiones, y tuvo que buscar el alivio por sí mismo. Luego, se puso una malla de color azul con tonos de verde y gris- regalo de Veronica- una remera, y bajó a desayunar.

En lo que iba al encuentro de sus chicas, pudo ver el imponente paisaje que se revelaba detrás de los altos ventanales del hotel. Lo dejaba sin palabras. El mar de aguas celestes, la arena con el color del cabello de su ángel, la Costanera que serpenteaba y se perdía en la lejanía. Quería verlo todo, grabarlo en su retina, para luego poder recordar estos preciosos días junto a sus amores.

Sus mujeres favoritas ya estaban esperándolo abajo, vistiendo muy veraniegas las tres.

-Buen día a todas- dijo con una sonrisa, y saludó con un beso a cada una.

En lo que iban caminando al desayunador, una persona que trabajaba en el hotel les dijo con una sonrisa: - Ustedes son los Jones ¿cierto?.

Su madre contestó: - sí, lo somos.

-Muy bien, antes que pasen a tomar su desayuno, queríamos contarles que en este hotel tenemos una política de fraternidad entre los que vienen a alojarse aquí.

Al ver que lo escuchábamos atentamente siguió diciendo: - es por eso, que tanto en el desayuno como en la cena, se sentaran a compartir con una familia como ustedes. Las mismas son elegidas en base a gustos y conformaciones similares- paró de hablar y se dio la vuelta para consultar una libreta que estaba en una mesa auxiliar cercana- la familia con la que compartirán son los Chauvet- nos sonrió de nuevo. - Por favor, siganme- finalizó el trabajador sin nombre, porque no se había presentado.

No pudimos decirle nada, ya estaba todo armado así. Mi madre levantó los hombros en señal de "No queda otra", Jelly no dijo nada, porque estaba absorta mirando el mar por los ventanales del lugar, y Betty dijo con entusiasmo: - es linda idea, será divertido.

- Espero que así sea, Ángel- le respondí.

Vuelta a la vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora