Capítulo 15. Necesidades.

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Los siguientes días transcurrieron con normalidad, la verdad esperaba una extraña, odiosa, indiferente, distante o incluso cortante actitud por parte de Ian pero todo estuvo bien... abrumadoramente bien.

Tal vez a Ian no le importaba que Jason apareciera, sin duda debía ser que como "no le llegaba ni a los talones" no debería preocuparse. Solté una risita.

Eso debía ser.

Yo por mi parte... me había mentalizado. Estuve tanto tiempo tratando de olvidarlo, esforzándome por no recordar todo lo que hicimos juntos que así logré salir adelante, mi mente se había encargado de borrarlo por completo. Podía decir que no sentía nada cuando pensaba en él.

Estaba preocupada pero esta vez era diferente porque Ian estaría ahí conmigo.

Además, era la boda de mi mejor amiga, un día para compartir el regocijo de los recién casados. No quería arruinarlo con el recuerdo de una relación fallida.

Me senté en el escritorio y continué escribiendo. Sin saberlo había comenzado a recrear una historia sobre dos personas totalmente diferentes pero hechas para estar una con la otra. No había caído en cuenta que se trataba de nosotros... pero no estaba tan explícito.

Leía y releía y debía admitir que esto de escribir se me daba muy bien, tal vez todos mis profesores tenían razón.

Pero era muy temerosa como para arriesgarme a publicar algo.

No solo tenía esta pequeña historia en proceso, también tenía varios escritos cortos guardados en mi cajón llevando polvo y esperando algún día por ser vistos.

Suspiré.

Ya íbamos por la segunda tanda de exámenes, eran los decisivos para saber si el semestre había sido salvado o no. En mi caso efectivamente, mi semestre ya estaba fuera de peligro pero en el caso de Ian... digamos que le faltaba un poco.

Estas últimas semanas me había ocupado de restringirle el paso a mi habitación luego de las 8 de la noche, pues tenía que dedicarse a estudiar y no podía ser una distracción para él.

Siempre siendo tan considerada.

Digamos que no se lo tomó bien pero tuvo que hacerlo si quería salvarse el pellejo. Ahora nosotros ocupábamos la mitad de nuestro tiempo, y no es que me parecía asfixiante ni nada por el estilo. Hasta ahora, me gustaba. Pero si sabíamos cual era nuestro limite y no interferir en eso...creo que lo hacia una buena relación.

Escuché unos pasos fuera de mi habitación seguido de unas risas socarronas por parte de un grupo de chicas que pasaba por el pasillo.

Tenía que admitir que había quedado como paranoica luego de todo lo sucedido con Jeremy. No es que quería agrandar la situación, porque por suerte no había pasado a mayores... sin embargo, aun sentía esa sensación de alguien acechándome.

El sonido de una video llamada que provenía de mi teléfono me hizo salir de mis pensamientos. Estiré mi brazo y tomé el aparato electrónico, miré la pantalla. Era mamá.

-¿Hija estás ahí?- Su voz resonó por toda la habitación.

-Sí, aquí estoy ¿Cómo está todo?- Me recosté de la cama.

-¡Todo está perfecto!- Sonrió.- ¡El negocio también!

-Me alegra saberlo.

-¿Y ya tienes todo preparado para la boda de Catherine?- Dijo con entusiasmo.- ¿Qué hay del vestido?

Amigo de la Infancia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora