Amigo de la Infancia 2

Capítulo 46. Déjame ir.

Finalmente Valerie y yo acordamos mantener el asunto en secreto, ya que habia podido recordar todavia no me sentia listo para decirlo abiertamente. Sobretodo a Anna, aun me faltaba algo por hacer. 

Lo cierto es que estaba enamorado de Valerie, por muy loco que sonara, pero también amaba a Anna... y así como la amaba, no podia verla sufrir por mi culpa, de alguna forma tenia que dejarla ir. 

Ya habia pasado una semana desde que los recuerdos golpearon mi cabeza, y no podia evitar sentirme culpable. Anna estaba... totalmente deshecha, ya no reia, no hacia nada salvo hacer las compras y hacerse cargo de mi. Me sentía completamente inútil y no podía permitirlo más. 

Antoine se ofreció a llevarme al hospital, pues me quitarían el yeso. Ibamos de vuelta a mi casa cuando de repente Antoine habló.

-¿Anna te ha comentado cuándo volverá a Stone City?- Soltó sin despegar la vista del frente.

-No ha mencionado nada sobre eso...

-Su madre está preocupada, sus clases empezarán en un par de días...y sabes que no puede quedarse aquí.

-Hablaré con ella.

Se detuvo frente a mi casa y se despidió con una sonrisa.

-Si necesitas algo, solo llama ¿si?

Asentí y antes de salir del auto, me detuvo.

-Espera, entregale esto a Anna... esto sin duda le gustará. Dile que la llamaré mas tarde.

Me dio un libro, decia su nombre en la portada. La fotografía que le habia tomado en la playa aquella tarde, estaba en la parte de atrás.

Sonreí.

-¿Estás bien?- Me miró entrecerrando los ojos.

-Si, le diré que la llamarás- Bajé del auto.

Al entrar a la casa, encontré a Anna guardando lo que había comprado en la tienda. Su rostro lucia vacío.

-Tengo algo que te alegrará...

Ni desvió la vista, solo sonrió de medio lado.

Suspiré y me acerqué a ella.

-Anna... debes volver a tu vida.

Entonces me miró frunciendo el ceño.

-No puedes quedarte aquí- Continué.- No dejaré que dejes todo de lado... ¿de acuerdo?

-No entiendo Jason...

-Si entiendes- La miré a los ojos.- Sé lo que paso entre tu e Ian, y sé que no eres feliz aquí.

Duró un momento en responder.

-El me odia, no hay nada que pueda hacer.

-Por supuesto que si Anna, si él es lo que quieres no puedes dejarlo así. Eso lo sé muy bien...

Me miró confundida.

-Jason...

-Tu tienes una vida, no puedes dejar que la culpa te carcoma.

Entonces dio un paso atrás.

-Hablas como si fueras el de antes, ¿acaso tu...?

Negué.

-El hecho de que no recuerde nada no significa que no vea lo que es obvio. Yo solo quiero que seas feliz, y aquí no lo eres. 

Bajó la mirada.

-Pero no puedo dejarte.

-Yo estoy bien, ahora lo estoy. No debes preocuparte por mi, me has cuidado como a un niño- Solté burlón.