Capítulo 34. Lluvia.

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-¿Seguirás molesta por el resto de la noche?- Susurró ahogando una risita.

-No estoy molesta- Repliqué sin siquiera verlo.

-Bueno...- Se apoyó de espaldas a la barra.- Cuando cambies ese humor, eres bienvenida en aquella mesa...- Señaló la mesa donde ahora estaba Sabrina conversando con sus padres.

-Bien- Solté con dureza y me empiné la copa de champagne.

-Bien- Se alejó con una sonrisa y fue directo a la mesa.

Suspiré frustrada y me apoyé colocando los codos sobre la barra con la mirada fija en la copa vacía.

-Con cara larga ¿eh?

Alcé la vista y mis ojos se detuvieron en el cantinero del lugar. Fruncí el ceño con la ligera impresión de que lo conocía de algún lugar, solo no lograba recordarlo.

-¿Te conozco?- Pregunté confusa.

-Pues... llevo una hora sirviéndote los tragos- Se encogió de hombros con una sonrisa.

-No...- Solté una risita.- Es decir, siento que te he visto antes.

-Seguramente- Se encogió de hombros.- Solo salgo de noche...

Fruncí el ceño pensativa, realmente no se me venía nada a la cabeza. Suspiré dándome por vencida.

-Entonces...- Soltó mientras limpiaba algunos vasos.- ¿Problemas en el paraíso?

Su mirada se dirigió hacia la mesa donde Ian, su familia y la tal Sabrina se encontraban, sonrió de lado.

-¿Se nota mucho?- Volqué los ojos y le extendí la copa para que la rellenara.

-Pues eres la única que por los momentos está en la barra con aires de despecho.

Bufé.

-Estoy bien, solo... necesitaba algo de espacio- Solté por lo bajo.

-Primer error- Suspiró.- Eso es lo último que debes hacer.

Fruncí el ceño esta vez con una sonrisa.

-¿Ah sí?

-La experiencia me ha demostrado que alejarse solo empeora las cosas, deberías estar ahí haciendo ver que eres tú la que está con él, no esa chica.- Soltó como si fuese lo más obvio.- Y como se nota que eres algo orgullosa, solo tienes que estar ahí demostrando que todo está bien.

No lograba entender del todo pero se me vino a la mente una palabra.

-Indiferencia- Sonreí y el asintió sin más.- ¿Qué clase de persona le dice todo esto a una desconocida?- Solté intrigada.

-Experiencia- Repitió y me alejó la copa.- Suficiente para ti.

Mi teléfono que ahora se hallaba en la superficie de la barra comenzó a sonar, otra llamada entrante de Jason apareció en la pantalla. Lo miré un par de segundos y lo ignoré sin más.

-Vaya, algo me dice que las cosas no andan bien- Dijo luego de un momento.

Por un momento llegue a pensar que se trataba de algún adivino porque no era posible que dijera cosas tan acertadas. Luego, caí en cuenta, que podía tratarse simplemente de la expresión de odio de mi rostro.

-Es mejor que comiences por ahí.

No sabía si hablaba de Jason o de Ian, pero asentí sin más comenzando a sentirme liviana.

-Será mejor que me levante...- Suspiré pero su brazo me detuvo.

-No creo que sea una buena idea.

Amigo de la Infancia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora