Capítulo 14. Asistencia Confirmada.

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Luego de un arduo día de trabajo, me dirigí al edificio de oficinas más grande de todo el pueblo. Bolucci Enterprises.

Una empresa que hacia muchas cosas de las que no podía recordar, pero una de las más importantes era satisfacer las necesidades de lectura de sus habitantes, siempre consiguiendo nuevos escritores, publicando sus escritos y lanzándolos al mercado como pan caliente. Convirtiendo el amado condado de nuestro pueblo en uno de los más importantes en cuanto a lectura se trataba.

Y por supuesto, Antoine se encargaba de esta empresa. Sin olvidar que algunas veces yo era el encargado de tomar algunas fotografías para portadas de novelas que la importante Bolucci Enterprises producía.

Entre por la puerta rotatoria de vidrio y salude al vigilante con la mano y con un guiño a la recepcionista. Esta vez se trataba de Julie, la rubia que trabajaba lunes, miércoles y viernes. Me sonrió devolviéndome el saludo.

No tuve que esperar mucho por el ascensor, marqué el piso numero 20 y con las manos en los bolsillos me detuve en lo pequeñas que se veían las personas desde esa altura.

Las puertas se abrieron y apareció Martha, la bella secretaria de Antoine que parecía sin duda la esposa de Santa Claus.

-¿Qué tal querida Martha?- Sonreí.

Volcó los ojos.

-El señor Bolucci no está aquí, esta almorzando.

-Eso no importa, dile que lo esperare en su oficina- Dije sin más y me fui directo hacia el lugar en cuestión ignorando sus quejas sin sentido.

Era sin duda una gran oficina, como las que aparecían en las películas. Solo le faltaba una alfombra de piel con la cabeza de un tigre. Me senté en una de estas sillas giratorias y observe el escritorio, no sin antes dar un par de vueltas.

Había una foto rodeada de un marco plateado. Era Antoine y su prometida, la cual no podía recordar su nombre.

Varios minutos pasaron hasta que Antoine apareció en la oficina, encorbatado y con una sonrisa.

-¿A qué se debe esta visita?- Habló con su usual acento italiano que no lograba entender como seguía con él.

Deje de jugar con uno de los extraños pisapapeles que tenía en su escritorio.

-Toma asiento- Dije con seriedad fingida.

Alzó las cejas y se sentó frente a mí.

-¿Por qué estas en mi silla?- Frunció el ceño.

-Porque puedo y quiero.

-De acuerdo...

Lancé una carcajada, no podía estar serio durante mucho tiempo.

-Entonces te casaras...- Me deje caer en el respaldar del asiento.

-¿Te llego la carta cierto?

Asentí.

-Con...esta chica...- Titubeé.

-Catherine- Volcó los ojos.- Sabes quién es, la conociste hace algunos años.

-¿Enserio?- Bajé la mirada.- No recuerdo.

De acuerdo, no recordaba su nombre pero si su rostro y lo que significaba...

-Jason...- Se quejó.- Te refrescare la memoria, a ver...ella es la amiga de Anna.

Sentí como si un rayo me hubiese electrocutado en ese instante.

Amigo de la Infancia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora