Capítulo 31. Año nuevo, nuevas esperanzas.

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-No puedo creerlo...- Mi hermana lanzó una risita, me miraba sin poder creerlo.

Me giré y guardé el teléfono en mi bolsillo.

-¿Qué quieres Kim?- Solté cortante.

-Al principio lo dude- Resopló.- Toda la vida has sido un amargado, estaba convencida de que te quedarías solo para siempre... Pero veo que me equivoque.

-Eso no te incumbe.

Me disponía a subir las escaleras pero su chillona voz me detuvo.

-¡Estas saliendo con alguien!- Colocó las manos en su cadera y me miró con malicia.

La fulminé con la mirada.

-¿Quién está saliendo con alguien?- Preguntó papá dejando de un lado el periódico.

Suspiré frustrado.

-No es nada, el solo Kim inventando cosas de nuevo- Solté para dirigirme a mi habitación.

-Ian está saliendo con alguien- Respondió, mi padre me miró atónito.

-¿De verdad?- Soltó incrédulo.

Entonces mi madre salió del estudio quejándose del griterío.

-¿Mamá te enteraste?- Preguntó Kim cruzándose de brazos sin borrar su estúpida sonrisa.- Ian está saliendo con una chica.

Mi madre se giró y me miró durante unos segundos frunciendo el ceño.

-¿Es cierto?

Maldije por lo bajo y lancé un suspiro frustrado.

-Si- Dije de mala gana.- Desde hace un tiempo- Volví a girarme para subir las escaleras.

-Invítala a mi fiesta de compromiso- Me detuve en seco.- Me gustaría conocerla y creo que a mamá y a papá también les gustaría.

Ahora estaba imaginando mil y un formas de arruinar su maldito compromiso de alguna manera.

-Vaya, realmente me gustaría conocer a la chica que elegiste digna de ti hijo- Continuó mamá algo impresionada, mi padre se encogió de hombros de acuerdo con la idea.

-Saben que eso no va a pasar- Sonreí sin más.

-¿Mi nieto tiene una novia?- De la nada mi abuela despertó de su sueño y habló en un momento de lucidez.

Abrí los ojos como platos y rápidamente me acerque a ella.

-¿Qué dices abuela?- La tomé de las manos y ella me miró fijamente.

-Si tienes una novia, debo darle el visto bueno- Sonrió.- No cualquiera puede estar con mi nieto... ¿Verdad Joseph?

Confundió a mi padre con el abuelo, este le acarició levemente el rostro.

-Estas en lo cierto- Le sonrió.

Ella asintió y al cabo de unos minutos volvió a olvidar la situación y a cada uno de nosotros. La miré con pesar y la cubrí con su manto.

-Entonces es un sí...-Continuó Kim victoriosa dándose la vuelta.

Salí entonces a dar una vuelta para intentar calmar la rabia que quería apoderarse de mí. Sabía que Kim tenía algo planeado, ella trataría de desquitarse conmigo de alguna forma.

Ahora que lo pensaba nunca había tenido la necesidad de llevar a una chica a casa y presentárselas a mis padres, pues siempre estábamos separados. Mi hermana y yo en algún internado y mis padres en diferentes puntos del país, por eso era normal que se extrañaran. De alguna manera me gustaba tener mi vida personal en privado, era mejor.

Amigo de la Infancia 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora