5. ¿Lo conoces?

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El sonido de mi celular hizo que Lilo saltara de mi regazo y lanzara un maullido espantoso, yo también salte, pero porque me asustó la bola de pelos anaranjados y amarillos. Estúpido Lilo.

Salte de mi cama, y cogí mi celular que descansaba en la mesita de noche. Sólo era un mensaje de Kyle.

No había hablado con él desde el viernes, afuera de la universidad, y no habíamos terminado de la mejor manera. Me había hecho una tonta escena de celos porque me vio salir con Paulo, un amigo y para colmo era gay. Ya sabía por qué Melanie lo odiaba. Ese día estuve a punto de terminar toda nuestra relación, pero no pude. ¿Por qué? No lo sé.

Abrí el mensaje, mientras me tiraba de nuevo en la cama y Lilo venía hacia mí y se acostaba en mi vientre.

Hola, Ve. ¿Cómo estás? Espero que bien. Soy un idiota, bebé. Paso por ti en 20 minutos. Espérame.

Te quiere... Kyle.

¿Alguien me ha preguntado si quería verlo? Miré el techo exasperada y solté un gruñido. Estúpido Kyle, estúpido Lilo. Estúpidos todos.

Me paré de un salto, olvidando por completo que Lilo estaba sobre mí, el pobre animal lanzó un chillido y cayó al suelo. Suerte que los gatos caen de cuatro patas.

- Lo siento, Lilo.

Me adentré en el baño.

* * *

Estaba poniéndome una bota de cuero negro en mi pie izquierdo cuando mi mamá gritó de repente.

- Venus, te buscan.

Por lo menos esta vez no había exagerado su tono de voz. Me levanté de la cama (aún con mi mano sobre la bota para meterla completamente) y empecé a dar saltitos hacia mesita de noche. Tomé mi bolso y ocupe mi mano libre para meter de una vez por todas la bota.

Miré mi reflejo en el espejo y sonreí ampliamente. El maquillaje no iba conmigo.

- Ya estoy lista. - Anuncié cuando estuve en la sala.

Mi madre estaba sentada en un sillón color café, Kyle, estaba frente a ella, en otro sillón.

Llevaba unos jeans ligeramente apretados y una camiseta blanca de manga corta, que dejaba ver sus musculosos brazos.

Se tensó cuando me vio en la entrada del pasillo, pero rápido lo disimuló sonriendo ampliamente.

- Venus. - Dijo a modo de saludo.

- Kyle.

Caminé hacia ellos y me senté en el brazo de un sillón cruzándome de brazos, mirando a los dos que me veían espectantes.

- ¿A dónde irán? - Preguntó mi madre, rompiendo el incómodo silencio que nos rodeaba.

- No lo sé. - Me encogí de hombros.

- Pensaba ir al cine. - Respondió Kyle.

Kyle siempre era así. Se peleaba conmigo, lo arreglaba con salidas a la ciudad. Me gustaba mucho, me agradaba cuando no se hacía de macho alfa y no hacía sus tontas escenas de celos. De lo contrario, solo lo quería a kilómetros lejos de mí.

- Claro. - Respondí, fabricando una sonrisa en mis labios. La sonrisa más falsa que las bubis de Sabrina.

Kyle se levantó del cómodo sillón y se encaminó hacia mí. Yo también me levanté y miré a mi madre, que seguía ahí, con una taza de té en las manos.

- Que se diviertan.

Los dos asentimos mientras salíamos de aquel lugar.

Una vez afuera Kyle pasó su brazo al rededor de mi cintura en un gesto completamente protector. Besó las comisuras de mis labios y sonrió de medio lado.

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