Dark

16. Mala decisión

La oscuridad en aquella habitación no me dejaba ver más allá del pequeño círculo de luz blanca. Todo era tenebroso, pude ver un extraño movimiento en la parte izquierda de la sala, la puerta se fue abriendo poco a poco, dejando entrar un poco de luz de afuera, se abría cada vez más, dejando ver una sombra oscura; cuando de pronto.

- ¡La va a matar! - Gritó Melanie con una almohada cubriendo la mitad de su rostro, dejando ver sólo sus azulados ojos.

- ¡Deja ver la película, Me!

Las dos estábamos en la sala de mi casa, eran las doce de la noche y veíamos películas de terror, como siempre hacíamos cada vez que nos quedábamos a dormir juntas. Lo malo era que Melanie siempre arruinaba la película con sus comentarios como: "¡La va a matar!", "Venus, los protagonistas son unos idiotas; dicen que no se separen y se separan." y la más común: "Ponle pausa, voy al baño", pero eso a causa de beber tanta leche.

Melanie se cubrió más con la almohada y la cobija. Miedosa.

Después de unos cuarenta minutos la película terminó: siempre lo mismo, los protagonistas se separan y los matan uno por uno.

Melanie, como siempre casi se hace en el pijama del miedo, pobre rubia.

- ¿Cómo es que el hombre te conocía? - Preguntó Me de la nada.

Estábamos las dos acostadas en la misma colchoneta, escuchando música en bajo volumen, mi madre estaba dormida. Bostecé y me encogí de hombros, quitándole importancia.

- No lo sé, Me. - Traté de crear una buena mentira. - Ha dicho que le debo una a Scott, es obvio que lo conoce. ¿Pero de dónde?

¿Desde cuándo sé mentir bien?

He perfeccionado mis técnicas.

- Venus, esto me asusta más que la película.

- A mí también. - Esto era verdad.

- ¿Scott ha estado hablando de ti con ese tipo? - Me se estremecio.

- Supongo. - Ya lo sabía, estúpidos Scott y Kyle.

Acomodé mis manos abajo de mi cabeza y cerré poco a poco los ojos.

- Él es extraño.

- ¿Mmmmh? - Sólo logré escuchar murmullos de parte de Melanie antes de dormirme por completo.

* * *

Sentí algo un poco húmedo y rasposo pasear por mi cara.

Abrí los ojos, tratando de acostumbrarlos a la claridad.

Lilo estaba lamiendo mi cara.

- Quítate, Lilo. Eres un cochino. - Le regañé.

Tomé a la bola de pelos y la quité de mi cara. Estúpido Lilo.

Me levanté de la colchoneta y extendí mis extremidades a todo lo que daban, escuchando el sonidito que hacen los huesos al tronar. O lo que sea que hagan.

Miré hacia el otro lado de la colchoneta y vi que Melanie no estaba donde debería estar, aunque casi siempre se levanta más tarde que yo.

Anoche nos habíamos quedado dormidas en la sala, así que sólo tuve que alzar un poco la cabeza para checar si estaba en la cocina, y estaba en lo correcto.

- Buenos días dormilona. - Dijo mientras comía un plato con lo que parecía ser cereal.

- Buenos días.

Me levanté y arrojé con mi pie las sábanas a un lado. Todavía tenía sueño.

- ¿Mi mamá? - Pregunté.