30. Mejor

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Sentí cómo algo andaba bajo mis pies, abrí los ojos casi de inmediato y miré asustada hacia abajo, me relajé a ver a Lilo tratando de acomodarse sobre mis pies y las sábanas, se veía gracioso, porque con Kyle ocupando la mitad de mi cama el pobre minino no tenía espacio suficiente para echarse. La mano de Kyle me tenía atrapada entre su cuerpo y la cama. Con cuidado de no despertarlo, me moví entre ellas y salí de la cama, directa al baño.

Con un rápido vistazo al espejo me di cuenta de lo horrenda que me veía. Abrí el grifo del lavamanos y ahuqué mis manos para poder mojarme la cara, quizás así desaparecerían las ojeras. También eché pasta dental a mi cepillo y lavé mi cavidad bucal por completo. La coleta que me había hecho ayer estaba toda malhecha. No quería saber por qué exactamente, quité la dona con la que estaba atado y la volví a hacer.

Cuando salí del baño vi que Kyle había tomado toda la cama y Lilo estaba acurrucado en el estómago de él. Sonreí al verlos así y corrí hacia la mesita de noche para tomar mi celular.

Después de tomarle la foto a Kyle dormido con Lilo, fui a la cocina; mi estómago estaba pidiendo a gritos ser alimentado. Tomé la caja de leche del refrigerador y el cereal. Mientras me metía la cuchara llena de cereal con leche Kyle entraba a la sala.

Estaba ligeramente despeinado y estaba sobándose los ojos. Jamás lo había visto así, se veía muy bien.

- Sé que estoy muy bueno, pero no tienes por qué verme así. ¿Quieres una foto?

Desvié rápidamente mi mirada del cuerpo recién levantado de Kyle y sentí cómo mis mejillas se empezaban a ruborizar. Saqué la cuhara de mi boca.

- ¿Qué? - Pregunté confundida. - ¡No! Kyle, por Dios. No te estaba viendo. - Repliqué segundos después.

Kyle lanzó una carcajada y caminó hacia la cocina, arrabatándome mi plato con cereal y comiendo de él.

- Pudiste pedirme y te daba un plato para ti solo. - Comenté, levantándome de mi silla.

Kyle se encogió de hombros y suguió comiendo de mi plato. - Tardarías haciendo un plato con cereal. - Se burló, metiendo otra cucharada de comida a su boca.

Hice una mueca de desagrado y me crucé de brazos. - Claro que no.

- Claro que sí.

Bufé a modo de rendición, la verdad es que él tenía razón.

- Voy a bañarme y enseguida regreso para ir al hospital. - Informé, caminando al pasillo y mirando a Kyle comer de mi antiguo plato de cereal.

- Claro. - Me guiñó un ojo.

Sonreí y caminé directa a mi habitación, suprimiendo los recuerdos del día de ayer.

* * *

Mi papá estaba hablando con la recepcionista del hospital, en cuanto me vio se diriguió hacia mí, dejando a la pobre chica hablar sola.

El me apretó entre sus grandes brazos. - ¿Dormiste bien? - Pregunté casi de inmediato.

Me separé ligeramente de él, me sorprendí al ver que estaba sonriendo. - Eso no importa. - Contestó. - ¡Podremos llevar a tu madre a casa esta misma tarde!

Casi lancé un chillido de alegría y sentí que el peso de mis hombros iba retirándose poco a poco. Quizás era la culpa por casi acostarte con Kyle mientras Rosalie está en el hospital. Mordí mi labio inferior tratando de arrastrar la vocecita chillona de mi cabeza a algún lugar oscuro de mi mente.

- ¿Es en serio? - Pregunté sonriendo ampliamente.

Mi papá asintió y yo me lancé a sus brazos. Estaba feliz por mi papá y por mi mamá. Quería ya sacarla de aquí y tenerla a salvo en casa.

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