Kyle me miraba con total estupefacción.
Estábamos en la cafetería de la escuela. Ayer había pasado una tarde aburridísima; mi mamá había llegado casi a las once y estuve apurándome haciendo mi tarea de lectura toda la noche. El estúpido de Scott me había robado todo mi tiempo en la cafetería pidiéndome favores. Un favor para ser exacta, y en el que estoy metida ahora mismo.
- ¿Hablas en serio, Venus? - Preguntó por enésima vez Kyle.
Le había preguntado si podíamos intentarlo de nuevo una vez más. La última.
Me sentía una maldita pidiéndole que volviéramos por petición de Scott. Bueno, eso él no lo sabía.
- Sí. - Miré sus ojos. El hermoso verde de ellos seguía intacto y brillante. - ¿Podríamos?
Sorprendiéndome, Kyle me cargó en un abrazo y me dio vueltas. Reí ante la sensación que se sentía al girar sobre un eje. Kyle me bajo y me abrazó tiernamente, posicionando su cara en el hueco de mi cuello. Su aliento me hacía cosquillas. Lo abracé más fuerte sintiéndome culpable. Tampoco es que quisiera que maten a Scott por mi culpa. Creo que tenía razón. Se lo debía.
- Te amo. - Dijo Kyle, sus dedos se entrelazaron con los míos.
Se deshizo del abrazo y me miró fijamente, sus ojos más brillantes que antes.
- Te juro que cambiaré por ti. - Acarició mi mejilla con su mano y la mía aun juntas.
- Y yo también. - Prometí más para mí que para él.
Creo que si lo intento podría volver a sentir lo que en un principio sentía por Kyle. Si él cambia, ¿por qué yo no?
- Me gusta como eres. - Afirmó, juntando su frente con la mía. - Eres única.
Sonreí de medio lado. Este Kyle era el que me enamoró en un principio, no el celoso que había terminado con nuestra relación hace unos dos o tres días.
- Lo siento.
- ¿Por qué? - Preguntó confundido.
Lo abracé, esta vez más fuerte.
- No lo sé.
Kyle correspondió a mi abrazo, acariciando mi espalda como solía hacerlo cada vez que me sentía mal.
La alarma de mi celular hizo que me separara de él y mirara a nuestro alrededor. Muchos nos estaban observando. Los había olvidado.
- Déjalos. - Dijo Kyle, tomó mi mano y nos dirigimos a nuestra próxima clase.
Él estaba en un aula diferente al mío, pero esta vez se tomó la molestia de dejarme en la mía primero.
- Te veo en la salida. - Acomodó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. - Te quiero, Venus, más de lo que debería.
- Eso es mucho. - Reí un poco.
¡Maldita culpa! Es tu conciencia.
- No, definitivamente mereces que te quieran y respeten demasiado, yo sólo estoy tratando de darte lo que mereces. - Respiró profundo. - Sé que ahora no me quieres como yo a ti, pero créeme, me esforzaré por hacer que lo hagas.
- Y yo intentaré quererte como lo mereces.
Un nudo en mi garganta se me fue creando poco a poco. Lo menos que podía hacer era tratar de mejorar esto.
- También te quiero. - Y esta vez era verdad.
¿Hace dos días lo odiaba? Maldita sea, ahora no.
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Dark
FantasyÉl; un ser de oscuridad. Diferente a los demás, pero con el mismo objetivo. Siempre tratando de salir de la mierda en la que está metido pero sin ningún resultado. Ella; una chica normal, estudiaba la universidad y ahorraba para su propio auto. Sin...