El chico emprendió su camino, tomando un atajo por un callejón, buscando ir por las calles menos transitadas. Se la había pasado los últimos días buscando al maldito que había hecho su vida miserable, con la ayuda de su hermano, sin embargo aún no lo encontraban.
James, o como se hacía llamar, se había encargado de pisotearlos y humillarlos haciendo que obedecieran a sus órdenes por más de treinta años. Maldició por milésima vez a James.
Él siempre pensó que James se aprovechó de la muerte de William.
Sin proponerselo, recordó el día de la muerte de su padre.
El hombre caminó de un lado a otro, parecía muy preocupado y triste. El chico giró su cabeza en dirección al cuerpo que estaba tirado en el suelo. Tragó saliva con fuerza, reprimiendo las ganas de tirarse al suelo y abrazarlo. Vio cómo su hermano daba una patada a la pared, sabía que se sentía igual o peor que él. Habían asesinado a su padre, le habían atravesado el corazón, asegurándose de que no pudiera sanar, él sabía que lo habían matado uno de ellos, ¿cómo un humano sabría cómo matar a un hombre de su especie? Muy pocos lo sabían. Se levantó del suelo y caminó en dirección al cuerpo, tomando la sábana blanca que Helen le había dado. A pesar de vivir por muchísimo tiempo, cuando morían sus cuerpos se pudrían más rápido y apenas habían pasado dos horas desde que lo habían matado.
- Kyle...
El chico cerró los ojos con fuerza, buscando en lo más profundo de su ser la fuerza necesaria.
- ¿Qué? - No era tiempo de amabilidad.
- Lo siento. - Helen se echó a sus brazos, sollozando.
Kyle soltó la sábana y recibió el abrazo de la chica. Su cabello largo quedó atrapado entre los brazos del chico, ella lo apretó contra sí misma.
Helen había sido su amiga desde muchos años atrás, también había sido amiga de su hermano, pero Scott no era tan apegado a ella cómo lo era él.
Helen se separó un poco de él, sus ojos cafés estaban rojos de tanto llorar. Hasta ese momento, Helen era la única chica de su especie que él quería.
- ¿Sabes quién lo hizo? - Preguntó ella.
Kyle estiró su mano izquierda, quitando la pequeña gotita de agua que caía por la mejilla de la chica.
- No, aún no lo sabemos.
- Mataré al maldito que lo hizo. - Sentenció ella y Kyle no dudó en que lo hiciera.
Sabía que Helen era igual de fuerte que él o que Scott. Helen amaba a su padre como si fuera el padre de ella también y no dudaría en matar a cualquiera que tuviera algo que ver con la muerte de William.
Kyle besó la frente de ella. - Tengo que cubrirlo.
Helen pasó su torso de la mano y asintió. - Te ayudo.
Kyle tomó de nuevo la sábana del suelo y cubrió el cuerpo de William.
- Déjalo así. - Soltó James. Kyle lo miró confundido, vio que Scott también paraba de maldecir y veía a su tío.
- Se va a pudrir. - Scott caminó hacia James. - No podemos dejarlo así.
James negó con la cabeza. - Lo quemaré.
Scott lanzó un gruñido. - ¿En dónde?
James lo fulminó con la mirada. - ¿A caso importa? - Kyle tomó la mano de Helen y la echó hacia atrás, protegiéndola con su cuerpo. - Está muerto, Scott, será mejor que lo quememos, si lo dejamos así se darán cuenta que se descompone más rápido de lo normal.
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Dark
FantasyÉl; un ser de oscuridad. Diferente a los demás, pero con el mismo objetivo. Siempre tratando de salir de la mierda en la que está metido pero sin ningún resultado. Ella; una chica normal, estudiaba la universidad y ahorraba para su propio auto. Sin...