Miré a ambos lados de la calle, no había ningún auto que no me permitiera cruzar la calle. Apreté mi bolso contra mi pecho y me encaminé a la otra acera. Hoy había optado por unos jeans apretados y unas botas un poco abajo de la rodilla y un suéter de lana color crema. También dejé mi cabello suelto y traté de aplacarlo con un gorro. La clases ya habían terminado y ya había pasado poco más de una semana desde que había dejado de entrar al instituto.
En este momento me dirigía al supermercado. Mi madre me había mandado (mas bien obligado) a ir a comprar la despensa. Como yo no tenía auto me las había tenido que arreglar para venir a pie. El supermercado quedaba a muchas cuadras de mi casa, y no mejoraba nada que el clima estuviera más frío y nublado que otros.
Me adentré en la plaza y tomé un carrito que estaba a un lado de la sección de verduras. Una de las cosas que me gustaban hacer era ir de compras. Me gustaba pasearme por los pasillos del supermercado y dejar vagar mi mente.
Eché lo que estaba anotado en la pequeña lista que mi mamá había elaborado.
La chica que estaba atendiendo me miró de reojo mientras mascaba chicle, pasando los productos por el verificador de barras.
- ¿Nada más? - Preguntó con una voz chillona.
- Sólo eso, gracias.
- Todos los lácteos están a la mitad de precio...- Empezó a decir.
- Sólo quiero eso. - Sonreí forzosamente.
La chica se encogió de hombros y le pagué.
Salí del establecimiento con dos bolsas, una en cada mano. Ya había oscurecido. ¿Cuánto tiempo me llevé comprando? ¿Cuánto tiempo estuviste observando la sección de dulces y chocolates? Fruncí el ceño y negué con la cabeza. Sí, había estado viendo la sección de dulces y chocolates, pero no me había tardado tanto, ¿o sí?
Decidí que sería bueno caminar de regreso a casa, aparte no tenía dinero para pagar un taxi para regresarme, lo había gastado todo en una revista y una botella de jarabe de chocolate. La última semana me la había pasado haciendo exactamente nada, Melanie y yo habíamos salido a comer el miércoles de la otra semana y las clases habían terminado el viernes. También había hablado con Kyle solamente por teléfono. Él dijo que estaría demasiado ocupado estas vacaciones.
Sentí una gota en mi pómulo derecho y después otra, de repente cientos de pequeñas gotas empezaron a caer, haciendo que corriera a esconderme abajo del tejado de un callejón. El agua cayó a cántaros y yo ya estaba empapada en el tiempo que me llevó encontrar un refugio que me cubriera siquiera un poco. Miré hacia atrás del callejón, por donde había entrado. Había recorrido la mitad de éste y apenas me había dado cuenta que era el tan famoso callejón de Williamsburg, había entrado por el extremo opuesto al de la última vez y por eso no lo reconocí al principio. Vi a lo lejos a un grupo de hombres que entraban al callejón por el mismo lado que yo lo había hecho. Me paralicé en ese momento, la forma en la que caminaban me decía que ellos no estaban en sus cinco sentidos y que probablemente venían de un bar o cualquier otro sitio en donde vendían bebidas alcohólicas. Quizás también estuviesen drogados. Vi cómo uno llamaba la atención del otro y señalaba hacia mi dirección, el chico se volteó y aunque no pude ver su cara supuse que sonrió, en menos de un segundo, ellos ya venían hacia mí. Reprimiendo las ganas de gritar, obligué a mis pies a correr. Sin pensarlo dos veces corrí hacia el único escondite que conocía y gracias a Dios la puerta cedió ante mi petición y me metí en el almacén, cerrando la puerta detrás de mí y atrancándola con lo primero que pude ver. Las bolsas de la despensa se quedaron a mis pies, apreté los ojos, negándome a llorar. Caminé hacia atrás, con las manos en frente de mí, como si los chicos fueran a entrar. Mi espalda chocó contra algo duro y me di la vuelta de un salto, encontrándome con un pilar de concreto.
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Dark
FantasyÉl; un ser de oscuridad. Diferente a los demás, pero con el mismo objetivo. Siempre tratando de salir de la mierda en la que está metido pero sin ningún resultado. Ella; una chica normal, estudiaba la universidad y ahorraba para su propio auto. Sin...