Dark

25. Escuela

Caminé por el largo pasillo presurosa. Quería estar lista para el examen de literatura. El maestro Patrick era uno de los más estrictos del instituto, el solo hecho de pensar llegar tarde a su clase en un día de examen me ponía los pelos de punta. Recuerdo que hace un año llegué sólo diez minutos tarde y el maestro me había cancelado la prueba y por supuesto yo había quedado sin calificación. Entré al salón y me senté en el asiento que había sido mío desde que empezó este período.

- Venus. - Habló la muy familiar voz de Melanie a un lado mío. - ¿Cómo estás?

Me giré para poder mirarla mejor. Ella estaba vestida con una blusa blanca de manga larga muy pegada a su cuerpo y una falda de vuelo azul claro que le llegaba hasta los tobillos. Su cabello estaba agarrado en una coleta alta.

- Muy bien, Me. - Saqué mi libreta de apuntes y la empecé a hojear. - ¿Y tú?

Melanie cruzó su pierna, agradecida de que su falda la cubriera toda. Melanie era una chica que le gustaba sentarse de la manera que le daba la gana y yo sabía muy bien que no le gustaban las faldas cortas (con excepción de unos cuantos vestidos).

Sonrió ampliamente. - Perfecta. - También sacó su libreta y la abrió, revelando una hoja al azar. - Venus, corazón. Quería pedirte perdón por mi comportamiento el día de ayer. - Me giré a mirarla.

La verdad era que ya hasta lo había olvidado por todas las cosas que me habían pasado ayer.

Sonreí de medio lado. - Descuida, Me. Quizás fue mi culpa, he estado distrayéndome mucho últimamente.

Melanie se levantó de su asiento y toda su falda cayó, la verdad era que el conjunto le iba muy bien a ella. - Tenemos que prometer que no nos pelearemos jamás.

Estiró su mano hacia mí. Invitándome a pararme también. - Yo lo prometo.

Me estrechó en un gran abrazo, mi cara casi pegaba con su dorado cabello. - Yo también.

- Al rato si quieren pueden seguir con sus escenas de mejores amigas, pero por ahora apurense a sentarse y guarden todo de sus mesas. El examen comenzará en menos de tres minutos.

Melanie y yo nos separamos al escuchar la voz del profesor Patrick y nos sentamos en nuestros asientos. Ni siquiera me había dado tiempo de estudiar. Guardé mi libreta en mi bolso y dejé afuera únicamente mi lápiz y lapicero.

Miré se reojo a Me y sonreí de medio lado. En verdad estaba feliz al darme cuenta que la amistad entre Melanie y yo era muy estrecha. Al mismo tiempo que me di cuenta que yo era la única en esta amistad que ocultaba cosas. Cosas que no podían ser reveladas.

***

Difícilmente hubiera sacado un diez si estudiaba más. Una vez tuve el examen frente a mí me sentí como si estuviera en la clase de francés y yo no supiera nada. Literalmente cruzaba los dedos para poder sacar siquiera un seis.

- El examen fue pan comido. - Comentó Melanie, caminando, luciéndose con su linda falda. - El más fácil de todos. - Agregó.

Me giré para mirarla como si ella estuviera bromeando. Pero viendo su cara me di cuenta que no bromeaba.

- ¿Por qué me miras así? - Preguntó alzando una ceja. - Por Dios, Venus. El examen estaba muy fácil. Todo el examen era prácticamente lo del último mes, nada que no hayamos visto.

Traté de parecer indiferente. - Supongo que esta vez no estaba preparada para la prueba.

Seguimos caminando, metí mis dedos pulgares en los bolsillos de mis jeans.

- Venus, ¿en realidad qué está pasando? - Habló Melanie, posándose frente a mí y obstruyendo mi camino.

Alcé una ceja. Estaba pasando todo. - Nada. - Maldita mentirosa.