Dark

8. Mucho menos a él

Kyle se acercó a nuestra mesa y sonrió ampliamente, mostrando esa bonita sonrisa que quería borrar de un solo puñetazo. Idiota. ¿Creía que había olvidado todo lo que pasó ayer? ¿Que se metía en mi cabeza para que yo no terminara con él? Era un idiota si pensaba aquello.

- Hola. - Saludó y se sentó junto a mí, miré de reojo a Me y vi que ella lo miraba con mala cara.

- ¿Qué haces aquí? - Pregunté sin rodeos.

Kyle me miró divertido y guiño un ojo. - Estudio aquí y quería hablar contigo.

- Creo que ya lo habíamos arreglado todo.

Él negó con la cabeza. - No, Venus. Aún no hemos arreglado todo. - Miró a Me y se volvió hacia mí. - ¿Podríamos hablarlo a solas.

- Eres un...

- Melanie. - La miré directo a los ojos. No era que quisiese estar sola con Kyle, un chico que me engaño todo el tiempo acerca de su identidad. Pero Melanie no tenía por qué enterarse de todo esto. - Puedo hablar unos minutos con él, enseguida te busco y salimos en la tarde.

Me resopló y se levantó de su asiento, haciendo que su rubio cabello se le cayera por los hombros en casi un gesto teatral.

- Diez minutos, Venus, si no llegas en diez minutos a la clase llamaré a la policía y reportaré un secuestro. - Fulminó con sus azules ojos a Kyle y salió de la cafetería.

Miré a Kyle que seguía con la mirada a mi mejor amiga con el ceño fruncido.

En los cuatro meses que habíamos sido novios se había dado cuenta que a Me no le agradaba, pero esta era la primera vez que ella se atrevía a hablar así en frente de él.

Kyle se volteó a mirarme y vi un atisbo de suplica en sus ojos, como si silenciosamente estuviera rogándome algo. Yo sin embargo lo miré indiferente.

- Bueno, - empecé, sin saber qué decir. - ¿qué querías que hablaramos?

Lo que había visto hace unos momentos en sus ojos se desvaneció en segundos. O quizás jamás estuvo ahí.

- ¿Desde cuándo conoces a Scott? - Soltó.

- Ya te dije, hace apenas un par de noches atrás.

Él asintió en modo de comprensión.

- ¿Por qué exactamente?

¿Debía contarle todo? Bueno, él es uno de ellos ¿qué problema había con contarlo? Ninguno.

- El viernes quisieron asaltarme y Scott me defendió.

Vi sorpresa en los ojos de Kyle, ¿por qué se sorprendía tanto?

- ¿Por qué jamás me contaste la verdad? - Pregunté cuando vi que él no me contestaba. - Las cosas hubieran sido diferentes si lo hubiera sabido todo desde un principio.

¿Eso es lo que crees? Quizás hubieras salido corriendo como una desquisiada y puesto una orden de restricción en contra de Kyle. Dijo mi subconsciente y estuve de acuerdo con él.

- ¿En serio? - Preguntó incrédulo. - No lo creo, no hubieras querido estar cerca de mí ni un segundo.

Tenía la cabeza gacha cuando dijo aquello y me sentí un poco mal al verlo así.

- No lo sé, - dije. - quizás sí lo hubiera entendido, ya sabes, me gustan esas cosas de vampiros y todo eso.

Él largó una carcajada y me miró negando con la cabeza. ¿Qué era tan gracioso?

- No soy un vampiro. - Aseguró. - Apuesto a que Scott ya te lo ha explicado todo. - Me miró y asentí con la cabeza. - Pero te aseguro que yo sí quería estar contigo. Quiero estar contigo.