Jane Renace

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El mayordomo se dirigió a Jane que se encontraba en la biblioteca con Lizzie cuando el mayordomo apareció en escena
— Lady deveraux,su excelencia requiere su presencia en el despacho.
—Gracias comuníquele que estaré allí en unos instantes.
— Con su permiso señoritas.
— Propio.

—Bueno llegó la hora de volver a hablar con el duque y mejor no hacerlo esperar—  dijo mirando a Liz e inmediatamente se dirigió al despacho y antes de golpear respiro profundamente y se dijo a sí misma «Tranquila y disimula tus nervios » para luego dar dos golpes en la puerta.

— Adelante.

Jane abrió la puerta y allí lo vio tan soberbio y lejano mirándola profundamente como si quisiera descifrarla... ese hombre era imponente , su figura generaba respeto y miedo a la vez.
— su excelencia requería mi presencia y aquí estoy.

Con esa voz tan fría y distante que lo caracterizaba se dirigió a ella.

— Sientese, debemos Terminar de arreglar nuestra asociación Lady Deveraux.

Ella ya no se sentía una deveraux su padre se lo había dejado en claro y escuchar su apellido le recordaba las frías y letales palabras de su padre.

— Le pediría que me llame por mi nombre dadas las circunstancias actuales mi apellido dejo de pertenecerme desde el momento en que me expulsaron de mi familia y me declararon muerta.

Él debía hacer que esa chica supere lo vivido sino era por ella debía hacerlo por su hijo así que recurrió a la táctica que mejor sabia.

— Deje de regodearse en su miseria y comportese como una mujer adulta... Y ahora si terminó de martirizarse ¿Podemos continuar?

Jane mordió sus labios para evitar darle una mala respuesta ante el modo en el que hablaba de ella, lo hacia tan despectivamente como.Si fuese algo que escuchará todos los días y fuese una pequeñez o un berrinche de niña caprichosa pero sabía que no podía revelarse ya que todavía no era su esposa y podía correrlas a la calle si ella cometía lo enojaba . Así que secamente le respondió —prosiga, por favor— y se dispuso a escuchar su monólogo de exposición.

— Primero quería informarle que su identidad esta asegurada ya que no permití que la declaren oficialmente muerta mi abogado tomo todos los recaudos y tenemos copia de todos los papeles que acreditan su identidad además su padre hizo una pantomima para la sociedad para ocultar que usted se escapó con un hombre y así evitar el escándalo.

— ¿Qué?—  No podía creerlo...¿acaso lo suyo con Henry era la comidilla de la sociedad?¿Ese maldito divulgó lo que vivieron? Tantas preguntas venían a su mente y ella no podía encontrar las respuestas.

— Si,el rumor que corre en la sociedad es ese y nadie cree en su fallecimiento... Así que su familia no evitó el escándalo y su padre está tan enfurecido que mañana partirán a Gales ausentandose de sus labores parlamentarias.

— Al final mi padre no pudo evitar que estallen los rumores— dijo seriamente Jane mientras pensaba en su familia partiendo lejos víctimas de las habladurías y salpicados por la vergüenza del escándalo y si bien estaba muy dolida por el trato que recibió de ellos no dejaba de apenarse  y sentirse responsable de tal situación.

—Por otro lado dentro de tres días viajaremos a gretna green para casarnos y luego nos dirigiremos a  sussex donde se instalará en arundel castle que es el lugar al que considero mi verdadero hogar con lo cual pasaremos gran parte del año allí y en donde dará a luz.

«Solamente tres días y sería de él para siempre...viviremos en sussex...mi hijo, pronto lo conoceré » todas esas frases se repetían en su mente hasta que pudo recomponerse y continuar la conversación.

— ¿Y usted se instalará con nosotras?

—Por el momento atendere mis responsabilidades aquí y cuando terminen las sesiones me instalé con ustedes... no olvidé que debo obtener mis ganancias de este acuerdo.

Al escuchar esto último, Jane se trago las ganas de salir corriendo de allí y se dijo a sí misma « Su ganancia es mi cuerpo y yo acepté sólo espero que no me haga daño.» Sólo pudo responder

— Si su excelencia.

Él la miro y se dio cuenta del conflicto interno que vivía la joven entonces trato de que ella se tranquilice un poco y comience a familiarizarse con él. Así que tratando de sonar lo más normal y amigable posible se dirigió  a ella.

—Podemos dejarnos de formalidades y llamarnos por nuestros nombres Jane.

Era la primera vez que la llamaba así y la tomo por sorpresa así que sólo pudo responderle de igual manera.

— Tienes razón Alexander.

El se levantó y se dirigió hacia ella «tal vez quiere obtener su ganancia» pensó la joven pero cuando quedaron frente a frente el solamente le dio una suave caricia en el rostro y la miro por primera vez sin frialdad sino de una manera tierna pero ese gesto duro un instante antes de separarse.

— Ya todo está aclarado así que puedes retirarte Jane.

— Adiós Alexander ...y gracias.

«No deseo tu gratitud no la merezco Jane. Sólo soy un egoísta dispuesto a todo por hacerte mia»