Jane Renace

XXVII

Un nuevo año se acercaba y los Duques habían aceptado la invitación para celebrar la llegada de este en la exclusiva fiesta de los Duques de Lennox. Era momento de que formalmente Jane haga su debut como la nueva duquesa de Norfolk.

Jane estaba muy nerviosa sabía que tendría que hacer frente a los rumores así como también sabía que era muy posible cruzarse con Henry y Anne. Estaba dispuesta a pasar esta prueba por Alexander pero sobre todo por ella misma para comprobar que ese hombre era parte de su pasado, un pasado que ella había dejado atrás.

El último día del año estaba llegando y los primeros rayos de sol asomaban en Norfolk house. Jane estaba despierta abrazada al cuerpo de su esposo, se sentía ansiosa quería que ese día pasará rápidamente.
Mientras observaba a su esposo dormir, sus dedos comenzaron a recorrerlo con suavidad y mucho amor, su mente comenzó a rememorar todos los meses vividos con él y como sin buscarlo se había enamorado profundamente.
Sin abrir los ojos Alexander tomo la mano de jane y la llevó a su boca para depositar un beso.

- Disculpa si te desperté - Dijo Jane.

- No me molesta ser despertado por tus caricias pero creo saber porque estas despierta tan temprano y déjame decirte que no tienes nada de que preocuparte por esta noche...Yo estaré a tu lado para darte mi apoyo y no dejaré que nadie te haga pasar un mal momento.

- créeme que lo sé pero no puedo evitarlo...yo tengo miedo de ...

«Tienes miedo de verlo a él» ese pensamiento se instaló en Alexander que se dejó llevar por los celos e interrumpió a Jane.

- Ya veo tienen miedo de encontrarte con él... ¿Todavía sientes algo por ese miserable?— pregunto embravecido.

- ¡No!, no es eso...te juro que ya no significa nada para mí...Alexander yo te amo a ti — Jane respondió inmediatamente levantando el tono de voz.

- Quiero creerte.Necesito creerte Jane pero...

- Como puedes dudar de mis sentimientos por ti, cuando te demuestro con cada caricia, con cada palabra cuanto te amo...— Ahora era ella la enojada.

Alexander quería creerle pero una parte de él tenía dudas sobre los sentimientos de su esposa ya que si una vez ella lo arriesgó todo por ese maldito existía la posibilidad de que vuelva a perder la cabeza por él y eso lo mataría... Amaba a Jane como nunca había amado a nadie y sabía que nunca podría soportar ni perdonarle una traición.

Un rápido movimiento de Alexander hizo que él quedará sobre ella.

- Mirame Jane y dime que me amas - Dijo pegando su cara sobre la de ella.

- Para que si tú no crees en mi.

- juro que quiero creerte...mirame a los ojos y dime que me amas — Necesitaba escuchar esas palabras de su esposa para aplacar está incertidumbre.

- Te amo con locura, como no ame nunca a nadie... Que te quede claro lo que siento porque tus dudas me lastiman y mucho... Y si tengo temor por lo de esta noche es porque quiero que estés orgulloso de mí y que no sientas vergüenza por lo que van a decir y no por otra cosa.

Henry no respondió en su lugar comenzó a depositar besos en el rostro de ella acompañando cada uno de ellos con un "Perdóname" para luego juntar sus labios con los de ella y besarla con desesperación necesitaba demostrarle a Jane lo que no podía expresar con palabras.
Sus manos comenzaron a acariciar el cuerpo de la joven y sus labios a dejar besos por todo el cuerpo de Jane hasta que llegó a su centro para hundir su boca con voracidad en ella, besandola y saboreandola con desesperación.Su lengua entraba y salía, provocándo que la joven comenzará a gemir cada vez más fuerte. Cuando Alexander sintió que ella estaba a punto de llegar a la cima aparto su boca para inmediatamente colocarse encima de ella y de una brutal embestida penetrarla para así comenzar a entrar y salir de ella mientras sus bocas chocaban en un beso apasionado y salvaje.
Las caderas de jane se movían al unísono del ritmo que marcaba Alexander.
- Mirame y dime que eres mia- Exigió Alexander mientras volvía a hundirse en ella.