18 de junio de 1815
Pasaron casi tres meses desde la partida de Alexander al continente y Jane aún no tenía noticias sobre él. Esto la tenía preocupada y con una constante opresión en el pecho pensando en todos los peligros que lo acechaban.Por otro lado su embarazo avanzaba sin complicaciones, ella estaba cursando el cuarto mes de gestación, una pequeña barriga comenzaba a crecer en su cuerpo lo cual en medio de tanta incertidumbre era la única alegría que recibía ya que cada vez faltaba menos para conocer al ser que latía dentro suyo.
Durante estos meses también algunos aristócratas curiosos se acercaron a Arundele para conocer a la misteriosa nueva duquesa pero ella no siquiera se molesto en recibir a quienes consideraba unos hipócritas que venían a meter las narices donde no les importaba sólo para divulgar chismes.
Jane se encontraba en los jardines interiores con Lizzie pero su mente estaba en otro lugar.
— Jane ¿Qué opinas?— pregunto Lizzie.
— lo siento. Puedes repetirlo...— Dijo la joven que salía de sus pensamientos.
— No importa era una tontería. ¿Estas pensando en el Duque?
— Es muy obvio ¿no? Pero me preocupa no recibir noticias sobre él. No quiero que nada le suceda.
— Nada le pasará. No es la primera vez que está en El frente de batalla y siempre se habló de lo bueno que es combate.
Jane se quebró.
— Pero es una guerra!! Muchísimos héroes condecorados han caído en batalla. Es horrible sentirse así.
— ¿ Qué sientes exactamente? Se honesta conmigo y sobre todo contigo.
— siento que si algo le sucede y no regresa mi corazón no lo soportaría... yo lo necesito aquí conmigo.
— Lo amas.
— Eso creo y me aterra.Nunca pensé que me enamoraria de un hombre así... es exasperante, malhumorado,puede ser tan frío... nunca sabes con que estado de ánimo esta pero después está ese otro lado se él que es considerado,cariñoso, me contiene, es apasionado.
— Definitivamente estas enamorada de él.
— Nunca sentí lo que siento cuando estoy con él. Me doy cuenta que lo que sentía por Henry no se parece a lo que siento por Alexander.
— Me alegra escucharte decir esto y quedate tranquila porque regresará y cuando eso suceda tu le dirá tus sentimientos.
— No le diré una palabra sobre esto.
— ¿Ahora eres cobarde?
— Él no me ama. Le gustó y pasamos buenos momentos juntos pero no siente lo mismo.
— ¿Ahora eres experta en descifrar sentimientos ajenos?... No lo creo y mucho menos los de un hombre que es un experto en ocultar su verdadera personalidad. Por favor Jane eres más inteligente que esto.
— Yo necesito estar segura de él y cuando eso suceda le contaré sobre mis sentimientos, no antes. Pero primero él tiene que volver a mi hora.
— Esta bien pero yo creo que un hombre que te ofrece matrimonio, reconoce a tu hijo y se comporta como un caballero cuando no tenía la menor obligación de correr a tu auxilio; para mi él te ama.
Waterloo, Bélgica
La batalla se desataba con crueldad, los cuerpos se amontonaban en el campo embarrado, las tropas aliadas acorralaban al ejército napoleónico.
En ese lugar Alexander luchaba y guiaba a su tropa camino a la victoria definitiva. De pronto una bala de cañón francesa hizo que el caballo que Alex montaba cayera al suelo. Cubierto por el lodo el Duque comenzó a pelear mano mano derrotado a los soldados franceses que lo atacaban. De pronto sintió que algo lo había quemado por la espalda cuando reacciono y se volteó vio al soldado que sostenía la bayoneta ensangrentada...El duque estaba herido y con sus últimas fuerzas siguió peleando hasta que estas lo abandonaron cayendo desplomado en el suelo y con las últimas fuerzas que le quedaban pensó en Jane y una lágrima corrió por su rostro cuando sus ojos de cerraron.
Capítulo cortó pero debía ser así porque va a dar pie a la segunda parte de esta historia.
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Jane Renace
RomanceLady Jane cometió un error imperdonable para la sociedad inglesa de la regencia: se animó a amar con locura y entregarse al que creía que era el amor de su vida. Repudiada y abandonada a su suerte ella aceptará la propuesta del odiado y a su vez te...