—Los declaró marido y mujer. Puede besar a la novia.
Alexander tomo con sus manos las mejillas de jane y depósito un suave y Casto beso en sus labios.Esta acción sacó de su letargo a Jane para quien la boda fue una nebulosa de la cual no recordaba nada sólo el beso que la despertó y la hizo darse cuenta que ya estaba hecho. Ya era su esposa.
— Pasaremos la noche en la posada y mañana partiremos a sussex.
—Me parece bien, Estoy muy cansada fue un día agitado.
— ¿Sabes que ya soy tu esposo y te comprometiste ante Dios a cumplir con tus deberes no?
— acabamos de casarnos así que si lo tengo bastante claro. No entiendo el porque de la aclaración.
— solamente quería dejar el punto aclarado y que sepas que está noche y las que yo considere necesarias serás mi mujer.
— No esperaba menos de usted— Respondió irónicamente Jane.
La cena transcurría en silencio,sintiéndose observada,estudiada por la fuerte mirada de Alexander que no disimulaba en lo más mínimo.
Ella sabía lo que le esperaba en unos instantes y sabía que aunque no amara a su esposo haría lo posible por cumplir con sus obligaciones; se decía a si misma que no era ni la primera ni la última mujer que se casaba sin amor además cuando creyó ser amada por un hombre este resultó ser un farsante por lo menos ahora sabría lo que le esperaba.
En la habitación los nervios volvieron a surgir, ella se encontraba sola estaba a punto de comenzar a prepararse cuando la puerta se abrió con la llegada de Alexander quien cerrando la puerta de un golpe se fue directamente a ella.
— Si me permite unos instantes estare lista— dijo con una falsa serenidad Jane mientras miraba el reflejo de ambos en el espejo.
— quedate así y girate hacia mi— afirmó Alexander.
Ella lo hizo bajando la mirada. Ante este gesto él llevo su mano derecha hasta el rostro de jane y le levantó la barbilla.
— Nunca bajes la mirada ante nadie y menos ante mí — diciendo esto inclinó la cabeza de jane y acercó sus labios a los de ella. Primero depósito un suave beso explorando sus labios para luego ir intensificandolo mordiendolos, provocándola para así poder lograr el acceso que tanto quería cuando ella se relajó ante el beso Alexander el comenzó a profundizarlo con su lengua que exploró la boca de jane con devoción y ella comenzó a participar del beso respondiendole tímidamente con su lengua pero rápidamente perdió su timidez y lo besaba con descaro disfrutando de ese instante en donde sus cuerpos comenzaban a desearse. Cuando el aire comenzó a faltar Alexander rompió el beso,la miro observando la agitación y excitación en su rostro.— Desnudate para mi jane— Dijo sumamente excitado.
— ¿Cómo?
—Desnudate lentamente para mi— Y diciendo esto se dirigió a la silla que allí estaba y se sentó espectante— no me gusta esperar duquesa creo que se lo deje en claro antes.
La joven sin decir nada comenzó a quitarse el vestido cuando este cayó y quedó en ropa interior y zapatos. Él le ordenó que mirándolo a la cara se quitará el resto de la ropa hasta quedar desnuda expuesta a él en una espera que se le hacía eterna.
Por su parte Alexander se encontraba excitado y su creciente erección era prueba de ello. Esa mujer era condenadamente sexy. Su cuerpo era pura tentación curvas provocadoras, unos pechos que serían su perdición. No podía aguantar más tiempo sin probarla así que para no perder más tiempo se levantó unos instantes para desvestirse.
Jane vio como Alexander se desvestia rápidamente. Su cuerpo era tonificado con una suave fina capa de bello en su pecho. Era musculoso tal vez producto de su entrenamiento militar pensó ella y entonces bajo su mirada y vio la erección de su esposo... nunca había visto a un hombre de esa manera porque su experiencia reciente había sido fugaz en ese aspecto. Su miembro era grande, fibroso y en este momento la deseaba de eso no le cabían dudas a Jane.— Ven aquí Jane y sientate sobre mi regazo.
Cuando ella fue hacia a su llamado, el la acomodo en su regazo y lasujeto con una de sus manos mientras dirigia sus labios al pecho izquierdo de su mujer devorandolo con voracidad, lamiendolo y mordisqueando el erectos pezón. Mientras su manos su mano libre se dirigía al centro de jane y hundía sus dedos en el interior, haciendo círculos que iban cada vez más rápido y más profundo. Ella estaba húmeda y gemia...Ella estaba tan excitada como él.
Jane sólo podía sentir las caricias de Alexander abrazandose a él porque no creía resistir tantas sensaciones. Cuando su boca abandono su pecho izquierdo él le dedicó una sonrisa libidinosa y se dirigió hacia el otro pecho iniciando su deliciosa tortura mientras no dejaba de hundir sus dedos dentro de ella de una manera que la hacia desear más ...Necesitaba más. De pronto comenzó a sentir un cosquilleo desconocido en su cuerpo pero que era tan delicioso que queria perderse en el.Pero cuando estaba a punto de explotar el sacó sus dedos de dentro de ella.—Por favor...no pares
— hoy no puedo evitarlo mi Jane. Hoy necesito estar dentro tuyo en este momento o enloquecere.
De pronto la tomo en andas y la depósito en la cama mientras besaba su cuello para luego abrirle las piernas, colocarse sobre ella y de una feroz embestida se hundió en ella quien no pudo evitar gritar de placer y comenzar a seguirle el frenético ritmo que el hombre comenzaba a tomar saliendo de ella una y otra vez.
—mirame Jane— Él le ordenaba y ella lo obedeció. Cuando sus ojos conectaron las embestidas tomaron aún más velocidad. La joven fuera se si gemia y arañaba la espalda del hombre que en ese momento llegó al clímax derramandose en la joven que a su vez seguía moviéndose al ritmo que él marcaba hasta que explotó y fue como si su cuerpo se hubiese desmaterializado y vuelto a su forma. Era una sensación nunca antes vivida.Las respiraciones de ambos se fueron normalizando y cuando la habitación volvió a la normalidad él se sentó en la cama por unos breves instantes hasta que se dirigió a donde se encontraba su ropa y en silencio se vistió para luego salir de la habitación sin decirle nada sin siquiera mirarla.
Jane no podía estar más confundida.
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Jane Renace
RomanceLady Jane cometió un error imperdonable para la sociedad inglesa de la regencia: se animó a amar con locura y entregarse al que creía que era el amor de su vida. Repudiada y abandonada a su suerte ella aceptará la propuesta del odiado y a su vez te...