Jane Renace

epílogo

Arandele castle, dos meses después.

En el despacho del Duque:

-No voy a seguir discutiendo contigo sobre todo cuando estás equivocada Jane.

- No estoy equivocada puedo interferir cuando se que estoy ayudando a mi mejor amiga.

-No debes meterte en la vida de las personas y menos si ella no sabe nada al respecto, puede salir más lastimada de lo que ya está.

-Pero no puedo verla así y menos por alguien que no vale la pena porque déjame decirte que tu Benemérito conde de Manchester es un idiota que no ve que no encontrará mejor mujer que mi Lizzie.

-Por favor deja que ellos solucionen como puedan sus problemas, tú limitate a ser el apoyo de tu amiga y prometeme por favor que no interferiras.

-Está bien prometo que trataré de limitar mi participación en algunos sucesos futuros que involucren a Manchester y Lizzie.

-Eso no es lo que te estoy pidiendo-Alexander se agarraba la cabeza de los nervios ya que sabía que su esposa se traía algo entre las manos.

-Pero eso es lo que te dare-Dijo Elizabeth con una pícara sonrisa entre sus labios.

- Duquesa veo que no vamos a llegar a ningún acuerdo.

-Así es su gracia pero espero que podamos ponernos de acuerdo sobre algo.

- Dime y podemos negociarlo- dijo Alex con tono seductor acercándose a su esposa a la que abrazo y comenzó a besar.

Jane se separó de los labios de su esposo- ¿Aquí o en Londres?
- ¿Aquí o en Londres que ?-No entendía a que se refería su esposa.

-Quiero saber si el bebé nacerá aquí o en Londres-Desde que se había enterado hace unos días que estaba embarazada no sabía cómo darle la noticia a Alex así que le pareció que este era el momento adecuado para desviar la atención del Duque de sus planes de Celestina.

Alexander no salía del asombro y felicidad por la noticia que acababa de darle Jane otro hijo significaba tanto para él -tendremos otro hijo...me haces el hombre más feliz del mundo...te amo jane-Dijo para luego comenzar a besarla con pasión cuando se quedaron sin aire rompieron su beso para continuar abrazados.

-Siempre me imaginé siendo madre de muchos niños, nosotros nunca hablamos sobre ese tema...¿cuántos niños quieres tener tú?

-Creo que vamos por muy buen camino duquesa ya vamos por el segundo.

-excelente observación Norfolk.

-si con sophie la casa está tan llena de vida y alegría no quiero imaginar cómo estaremos cuando le sumemos la llegada del futuro bebé... Honestamente nunca pensé que podría sentir tanta felicidad y plenitud.

-Juró que  yo tampoco Alexander pensé que se podía ser tan feliz.

7 meses después.

El llanto se escucho del otro lado de la puerta y Alexander sintió la alegría de saber que su hijo había nacido pero a la vez la incertidumbre de querer saber cuál era el estado de su esposa quien no había tenido un embarazo fácil.

Cuando la partera abrió la puerta  y le dijo —Felicidades su gracia puede pasar a conocer a su hijo—Supo que todo había salido bien así que entró a la habitación de la mano de sophie que al ver a Jane comenzó a gritar por su mamá.

Jane estaba exhausta pero feliz por ver la hermosa familia que había formado.

—Duque le presentó a su hijo—Le dijo emocionada a su esposo para luego mirar a sophie —Sophie te presento a tu hermanito.

El niño dormía plácidamente sobre el pecho de su madre así que Alexander alzó a sophie para que está besara a su hermano menor y la niña lo hizo con toda la dulzura del mundo en un gesto que derritio a sus padres. Luego él bajo a sophie para tomar al niño en sus brazos.
—Bienvenido a casa William te esperábamos con ansiedad—Depositando un beso en la frente de su hijo se dirigió a su esposa—No me alcanzará la vida para agradecerte por todo lo que me das amor mío.

—Me conformo con tenerte a mi lado y que ames como sabes hacerlo.

El duque se acercó a ella y la beso con suavidad cuando se separó vio un dejo de nostalgia en los ojos de su amada y sabía a que se debía.

—Se que la extrañas pero sabes que es lo mejor para ella además muy pronto la verás de nuevo.

—Lo sé pero me conoces soy egoísta y quería tenerla a mi lado...Ella es mi hermana de la vida además se que lo mejor para Lizzie en estos momentos era alejarse hasta que todo pase.

—Me llevaré a la Diablilla y te dejaré descansar.

—Antes de irte déjame decirte que te amo nunca lo olvides Alex.

—Nunca lo haré así como tu nunca olvides que eres el amor de mi vida Jane que me hiciste renacer entre las cenizas y me convertiste en un hombre nuevo.

Cuando la puerta se cerró Jane quedo sola con su hijo.

—Ese hombre es tu papá es un gran hombre aunque a veces es un poco cascarrabias y nosotros tenemos que cuidarlo, llenarlo de amor porque un hombre malo le hizo mucho daño pero con el amor que le damos lo estamos sanando poco a poco.