Londres, Diciembre de 1815
El barco estaba a punto de llegar al puerto de Londres por fin regresaban a su patria.
En la proa del barco un solitario Duque de Norfolk miraba pensativo el paisaje. Era conciente que regresar a Londres significaba que Jane enfrentara a su familia,a los rumores que se esparcieron sobre ella y sobre todo que se vuelva a cruzar con el maldito de Henry Thomas y eso era algo que lo ponía intranquilo porque en el fondo tenía temor de que Jane siguiese teniendo sentimientos por ese cretino.
Alexander quería Borrar esas inseguridades de su mente sobre todo cuando Jane trataba de demostrarle su amor diariamente. Necesitaba creer en Jane pero si descubría que no era sincera en sus sentimientos sabía que él no sería capaz de perdonar una traición de ella.
Mientras tanto en el camarote Lizzie y jane conversaban mientras sophie dormía tranquilamente en brazos de su madre.
— Odio Londres, preferiría volver a sussex pero Alexander necesita ponerse al día con sus negocios y yo no quiero separarme de él.
— Tampoco puedes ocultarte por siempre Jane, como duquesa de Norfolk tienes obligaciones — Dijo Elizabeth mientras bebía su té.
—Pero es que Londres solo me trajo dolor... seguramente mis padres vendrán para el inicio de temporada , la sola idea verlos y que me ignoren me romperá el corazón aunque necesito necesito contactarme con mi hermano...estoy segura que él me aceptara.
— Tú hermano siempre fue más comprensivo de tu familia además ahora estas casada con un hombre honorable, eso seguramente hará que el vizconde recapacite...ten fe amiga mía.
— Conoces a mi Padre tan bien como yo pero por una vez voy a ser optimista y tal vez todo salga bien.
— Ya pensaste que es muy posible que encuentres a ese hombre durante la temporada ¿No?
— lamentablemente eso será inevitable.
— ¿Ya no sientes nada por él?
— Déjame ver siento odio, repulsión , asco...será muy difícil que encontrarme con él me resulte intrascendente pero llegado ese momento tendré que comportarme porque no quiero avergonzar a Alexander y causar un escándalo que lo perjudique aún más de lo que ya está por haberse casado conmigo.
— Conociendote se lo difícil que será contenerte pero por tu esposo harás tu mejor esfuerzo...igualmente te advierto que el escándalo será cuando te vean de su brazo como su duquesa recuerda que en el aviso publicado en el times figuraba sólo señorita wal y la mayor parte de la sociedad londinense te conocía como Deveraux.
— Es posible que algunos no lo hayan notado pero igualmente dentro de poco lo sabremos.
Jane había dejado a Lizzie y sophie para ir a ver a Alexander al que sorprendió inmerso en sus pensamientos.Se acerco sigilosamente para ponerse a su lado.
— Un beso por sus pensamientos — Dijo picaramente.
Él reacciono ante su voz y la encontro a su lado mirándolo con una sonrisa en sus labios.
— No me conformo sólo con uno.
— Ni yo pero estamos en un lugar público así que deberá conformarse sólo con uno...¿lo va a querer o no?
— De ti siempre voy a querer todo lo que me ofrezcas — Esa frase encerraba mucho más para el Duque.
— Entonces responda mi pregunta y cobre su premio — Ella sabía que él quería desviarse del tema.
— Pensaba en nosotros, ahora mi premio.
— Eres un tramposo... ven por tu premio.
Alexander se acercó a ella y la atrapó en sus brazos para que luego Jane con sus manos acercará su rostro a el de ella para darle un corto beso apasionado que dejó deseando más.
— Jane eso no es justo— dijo al verla alejarse.
— Si usted es tramposo yo también — Dijo ella alejándose victoriosa.
Alexander la siguió para sujetarla del brazo y llevarla hacia él para fundirla en un abrazo.se quedaron abrazados generando que los demás pasajeros de la primera clase se escandalizaran ante tan descaradas muestras de cariño.
— creo que estamos dando un espectáculo público — dijo Alex mientras dejaba besos en la cara de su esposa.
— Lo único que me importante es que tú no sientas vergüenza de mí — sabía que ese comentario encerraba la preocupación de jane por el regreso a Londres.
— Que te quede bien en claro que jamás tendría vergüenza por tenerte a mi lado...Jane, sophie y tú son lo único bueno que me sucedieron en la vida— le dijo esto seriamente mientras la miraba a los ojos.
— Te amo Alexander nunca lo olvides, nunca lo dudes.
Alexander no respondió sino que la beso con desesperación como queriendo borrar con ese beso las inseguridades que se planteaban en su mente.
cuando desembarcaron en el puerto de londres el conde de Manchester los esperaba en el muelle.
— Bienvenidos estaba esperando su regreso— Dijo esto en un tono amable pero mirando a Lizzie que lo ignoraba o lo simulaba muy bien.
Luego de los saludos formales iniciaron el regreso a su hogar en Londres en compañía de Patrick.
Inmediatamente en su hogar Alexander se encerró en su despacho con el conde para una reunión de negocios.eso dejo ofuscado a Jane que temía que su esposo volviese a convertirse en ese ser tan frío que conoció al principio.
— Hasta Alexander es distinto en Londres. Apenas llegamos y ya comienza a dar órdenes de mala manera y a encerrarse en ese maldito despacho... maldito Londres.
— Ten en cuenta que perdió muchos meses de trabajo Jane y ten paciencia a veces los hábitos son difíciles de cambiar pero tú vas a lograrlo.
— Claro que no me rendire pero también él debe poner de si mismo... estos meses me mostraron el hombre que es pero que esconde detrás de esa máscara de frialdad y despotismo...Por otro lado déjame decirte que no soy ciega querida Lizzie.
— No se a que te refieres — Dijo la joven confundida.
— Al conde de Manchester y su mirada de "Elizabeth esperaba tu regreso porque no puedo vivir sin ti"— Jane dijo esto en tono melodramatico.
— Deja de decir tonterías y ver fantasías donde no las hay— respondió enojada Liz.
— Claro Lizzie, seguramente vi mal— Afirmó al ver el enojó en el rostro sonrojado de su amiga pero Jane estaba segura de lo que vio y ya lo descubriría.

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Jane Renace
RomanceLady Jane cometió un error imperdonable para la sociedad inglesa de la regencia: se animó a amar con locura y entregarse al que creía que era el amor de su vida. Repudiada y abandonada a su suerte ella aceptará la propuesta del odiado y a su vez te...