XIX

6K 748 23
                                    

Sussex, agosto de 1815.

La guerra había acabado y Napoleón había sido derrotado pero no había noticias de  Alexander. Su desaparición inició una frenética búsqueda encabezada por el conde de Manchester que lo buscaba en los diferentes monasterios que habían recibido a los heridos mientras Lizzie contenía a una Jane devastada.

— Entiende que no puedes viajar a Bélgica en tu estado además le prometiste que te quedarías aquí.

Lizzie trataba de hacerla entender que no podía viajar con casi 6 meses de embarazo. Pero Jane no daría el brazo a torcer.

— Pero si esta herido debo viajar y si murió necesito necesito verlo con mis propios ojos...no me entienden— Decía con la voz quebrada la duquesa de Norfolk.

Patrick intercedio en la discusión de las damas para tratar de calmar los ánimos y de la forma más clara y tranquila se dirigió a Jane.

— Duquesa no piense en lo peor. Tranquilicese por favor. Le repito mis investigaciones indican que Norfolk fue herido en batalla pero fue socorrido y trasladado...déjeme viajar nuevamente a mi para buscar en el monasterio Wijngaard es nuestra pista más firme.

Ella lo miro seriamente y muy determinada le respondió.

— Usted puede viajar pero yo también viajare viajare. Esta decidido y antes de que digan algo aclaro que Soy muy responsable con mi embarazo y este marcha muy bien.

« tu esposa es tan o más necia que tú» pensó Patrick y se dio cuenta que debería ceder al deseo de la dama.

— Como lo deseé. Comenzaré a iniciar los preparativos para viajar lo más pronto posible.

— Me parece muy bien Elizabeth y yo estaremos listas apenas nos avise sobre nuestra partida...Ahora si me disculpa necesito un rato a solas. Queda usted en su casa.

Jane se retiró y cuando Lizzie se disponía a partir detrás de ella. Pero él se lo impidió al hablarle.

— Señorita Watson creo que la duquesa no debería viajar.

—Coincido con usted pero no podemos evitarlo.

—Ya me di cuenta.Espero que este viaje nos permita encontrarlo.

— Le pido que sea sincero conmigo ¿usted cree que está con vida?

— Norfolk es muy fuerte y por primera vez en su vida tiene mucho por lo que vivir así que tengo fe en que lo vamos a hallar. Quizás esta muy malherido y no puede ponerse en contacto.Como ve soy optimista.

—Espero que así sea y si me disculpa me retiro.

— No la disculpo.

Acaso Lizzie había escuchado mal.así que seriamente retruco —¿Perdón?

El sacando una de sus mejores sonrisas y dedicandole una mirada con sus ojos azules que sabía le encantaba a las damas se dirigió a ella.

— No la disculpo porque me priva de contemplar  su belleza.

«Que hombre más egocéntrico, se equivoca conmigo si cree que estas idioteces van a funcionar»

— ¿De verdad esas líneas le funcionan con las damas?—Respondió con sarcasmo y mirándolo como si fuera un bicho raro.

—  Detecto cinismo en su pregunta así que sólo déjeme decirle que no hay dama a quién no haya dejado con una sonrisa en sus labios.

— Permítame dudarlo — Y diciendo esto se retiró del cuarto.

Patrick la vio partir de la habitación pensando que él sería quien le sacaría más de una sonrisa a Elizabeth Watson...estaba dispuesto a aceptar el desafío.


Llegaron al puerto de Burdeos y desde allí viajaron en carreta a Bélgica. La travesía fue muy incómoda para Jane pero nunca se quejó. Por fin  El día 18 de septiembre habían llegado al monasterio de wijngaard.

Jane se sentía muchas molestias y el bebé no dejaba de moverse dentro de su vientre además la ansiedad de encontrar a Alexander con vida no ayudaba en su estado pero jamás le diría a Manchester o Lizzie para no preocuparlos, la prioridad era Alexander.

El conde de Manchester se encontraba  hablando con las  autoridades mientras las mujeres se encontraban en una salita contigua esperando su regreso.De pronto la puerta se abrió Manchester ingreso junto con un monje.

— Duquesa podemos visitar a los heridos, le advierto que verá imágenes desgarradoras pero se que no puedo evitar su presencia.

El paisaje era desgarrador pero ella buscaba en cada uno de ellos a su esposo.Hombres  destrozados por la guerra,otros ciegos o inválidos pero Alexander no estaba allí.
Luego recorrieron las habitaciones de aquellos hombres que aún luchaban por su vida.la tarde iba pasando y todo indicaba que él no se encontraba allí.

Jane sentía una opresión que no le permitía respirar, las lágrimas caían de su rostro en silencio ante cada esperanza frustrada pero ella no escuchaba las súplicas de sus acompañantes que le rogaban se retire a descansar pero no quería rendirse no podía hacerlo.

Quedaban tres habitaciones por recorrer cuando escuchaba la historia del próximo paciente de boca del monje.

— El siguiente es un hombre que está sumido en la inconsciencia la mayor parte del día producto de una fiebre causada por herida infectada que tiene en su espalda. No sabemos nada de él salvo que era un soldado de alto rango aliado por su vestimenta. Lamentablemente en las pocas ocasiones en que abre los ojos susurra delirios e incongruencias.

Jane tomo aire y entró a la habitación entonces lo vio tendido en la cama ,estaba tan pálido con  su rostro cubierto de barba. Ella se acercó rápidamente a él y le acarició el rostro mientras lloraba desconsolada.

— Si tu no regresabas a  mi yo vendría por ti.— le susurraba a un Alex inconciente— Te necesito, no me dejes por favor. No te rindas ahora que por fin te encontré. Vuelve a mi por favor...

Un Patrick conteniendo las emociones , buscaba tranquilizar a Jane que era un mar de lágrimas y sentimientos.

— Duquesa tranquilicese por favor esto no le hace bien. Ya lo encontramos con vida ahora él necesita tiempo para recuperarse y ambos sabemos que lo hará porque es un luchador.

— Tiene razón pero si me dejan unos instantes con él yo prometo ir a descansar después.

— Esta bien, tenemos un trato. Acompañeme señorita Watson mientras le damos privacidad a la duquesa.

Había quedado sola con su esposo en el pequeño cuarto entonces acerco una silla a su lado y lo tomo de las manos.

— Necesito que despiertes y me mires con tus ojos...sabes algo necesito que vuelvas y me riñas,me critiques,me  toques...necesito tus besos... caricias ¿Y sabes porque? Porque te amo con locura y porque quiero vivir mi vida a tu lado...

Luego Jane se acercó a él y  depósito suaves besos por todo su rostro hasta que llegó a su boca y susurrandole un te amo beso sus labios para luego retirarse del cuarto.









Jane RenaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora