XXXVII

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No podía perderla...No iba a perderla.Alexander sabía que tenía poco tiempo para actuar,estaba desesperado vio la determinación de Jane en su rostro y sabía que sino hacia algo la perdería para siempre.

La noche había llegado, Jane se había excusado de cenar alegando una jaqueca y se dirigió hacia el cuarto destinado a sophie en donde dormía sin que su familia lo sepa.
Se habia decidido a leer la carta que meses atrás su esposo le había escrito como una forma de despedirse de él por eso días atrás se la había pedido a Lizzie.
Cuando sophie estuvo profundamente dormida,Jane abrió la carta y comenzó a leerla.

Jane:


Toda mi vida viví escondido detrás de una coraza que construí para no sentir dolor ni ser traicionado y porque en el fondo sabía que hombres como yo están condenados a vivir en soledad. Pero de imprevisto apareciste tú en mi vida y te juro por mi madre que desde la primera vez que te vi en ese salón de baile te entregué mi corazón y mi espíritu aún sin darme cuenta.
Cuando vi la oportunidad de tenerte a mi lado me aproveché de las circunstancias para tenerte a mi lado aún sabiendo que tú no sentías nada por mi...pero como ya lo sabes soy un obstinado y a pesar de que actúe mal no me arrepiento de haberme aprovechado de tu situación porque te hice mía y sobre todo porque me diste el mejor regalo de todos:mi hija.
El amor que siento por ti es tan fuerte que luche por no morir sólo por verte aunque sea una vez más y cuando tú correspondiste a mis sentimientos y me dijiste "Te amo" juro por Dios que ese día conocí la felicidad plena.

Por eso hoy me siento un miserable porque se que te dañe en lo más profundo de tu alma al dejarme vencer por mis fantasmas...Jane me quitaría la vida antes de hacerte daño;
Eres la mujer que me devolvió las ganas de vivir,que me enseñó a amar porque sin ti no soy nada...sin ti no quiero ser nada.

No me alcanzará mi existencia para arrepentirme de mi error déjame pasar el resto de mis vida enmendado todo el daño que te hice amor mío...por favor no te rindas,no me dejes...Si es necesario esperaré los tiempos que tú quieras,haré lo que dispongas pero por favor no me condenes a vivir en oscuridad...PERDÓNAME

TE AMO,MI JANE.
ALEXANDER.

Las lágrimas caían sin parar del rostro de Jane que al leer esa carta vio como Alexander había puesto su corazón en esas palabras y en ese instante el miedo se apoderó de ella al temer que él cometiera alguna locura luego de la charla que habían tenido en el bosque.así que salió del cuarto en busca de su esposo, primero se dirigió a la habitación de Lizzie pero ella no estaba así que encargó el cuidado de la pequeña a una de las empleadas para luego dirigirse al cuarto que supuestamente compartían con su esposo pero luego de golpear descubrió que no se encontraba allí dentro al entrar y encontrar el cuarto vacío. Recorrió toda la casa y no había rastro de Alexander así que decidió buscarlo fuera.
Busco por todos lados sin éxito hasta que se adentró en el bosque y allí lo vio sentado en un tronco viejo perdido en sus pensamientos.En ese instante él la encontró en el paisaje.

-¿Se te olvido decirme algo Jane?-el duque sólo esperaba de ella otra puñalada que terminará de matar su alma.

Ella se acercó a él y sin responder se sentó a su lado.

-Desde ya te digo que no te será fácil deshacerte de mí...hasta que te des cuenta de que irte es una locura porque nos amamos...te pido una última oportunidad...ponme a prueba pero no te rindas...No seas cobarde.

Ella seguía sin decirle nada solamente lo miraba y eso a él lo desconcertaba.

- Dime algo o empezaré a pensar que eres una alucinación y que perdí la poca cordura por ti...que irónico el frío y altivo Duque de Norfolk perdió la cabeza por amor-Dijo resignado.

- Quisiera ser una mujer fuerte para poder arrancarte de mi alma y comenzar desde cero...pero no lo soy...y si te dejo se que mi vida sería incompleta porque una parte de mi siempre estaría a tu lado...Pero tengo mucho miedo.

Alexander la escucho hablar y una lágrima cayó de su rostro...tal vez existía una oportunidad de no perderla.

-Dame la oportunidad y te demostrare que nunca mas en mi vida te haré sufrir ni te causare dolor...por favor Jane.

Jane lo miro y simplemente acercó sus labios a los de él dejando un casto beso.

-Está bien su gracia, tenemos un trato-Dijo dibujando una sonrisa en medio de tantas lágrimas para luego ir depositando pequeños besos por los ojos de su esposo, su nariz,pómulos,frente hasta llegar nuevamente a su boca y ahora besarla con pasión y devoción como deseaba hacerlo luego de tantos meses.
Alexander la dejo dominar la situación mientras su mente procesaba las palabras de jane y su corazón volvía a sentirse completo;trabajaría duro por hacer que Jane no se arrepintiera jamás de haberle dado una nueva oportunidad.

Mientras sus labios y lenguas se reconectaban como aquella primera vez que estuvieron juntos, él la tomo en sus brazos y la sentó sobre su regazo mientras ella se aferraba a su espalda.
Lo que siguió fueron dos cuerpos desnudos entregandose a la pasión desenfrenada bajo la luz de Luna.
Con cada penetración se miraban a los ojos y no podía dejan de besarse,de probarse de lamerse cuando llegaron al máximo clímax quedaron abrazados perdidos el uno en el otro y jurandose amor eterno.

El amanecer los encontró en el bosque entrenándose nuevamente el uno al otro para cuando se decidieron a regresar a la casa ya todos estaban despiertos desayunando en el comedor cuando uno de los empleados se acercó a Alexander y le entregó una nota de Patrick anunciando que había decidido regresar a Londres.Se separaron cuando Jane decidió ir a ver a sophie y a contarle a Lizzie sobre su reconciliación con su esposo.Grande fue su sorpresa cuando vio una imagen que pocas veces había visto en su vida Elizabeth llorando desconsoladamente.

-Oh por Dios Lizzie ¿Qué te sucedió?
-Me enamoré-Dijo con voz entrecortada.
-Cuentamelo todo desde el comienzo...¿que te hizo el malnacido de Manchester?-para Jane era obvio que él era el responsable del dolor que atravesaba su amiga.

-Está bien....



Horas más tarde cuando pudo dejar a Elizabeth más tranquila descansando en su habitación Jane estaba contándole una canción a su hija a la que tenía en brazos cuando sintio que su esposo la abrazaba por detrás y le depositaba besos por el cuello.

-Por un momento pensé que las perdía.

- No pienses más en ello Alexander miremos hacia el futuro, dejemos todo lo malo atrás tengamos un nuevo renacer en donde todo lo que vivimos se convierta en un recuerdo lejano.

-De acuerdo pero antes dime que amas.

-Te amo con locura Alexander nunca olvidé eso Duque de Norfolk.

-Y usted Condesa de Norfolk nunca olvide que es el amor de mi vida.

-Trato hecho...ahora Bésame Norfolk.

Fin.

Último capítulo ahora sólo resta el epílogo y un extra.😍


Jane RenaceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora