Jane Renace

XXXI

Había llegado el día de conocer las intenciones de Henry Thomas. Elizabeth ya estaba lista para ir al encuentro mientras Jane seguía con los mismos temores.
- Bueno ya es hora jane quédate tranquila yo le daré tú mensaje y por fin sabremos lo que ese infeliz quiere.

- Por favor Lizzie cuidate mucho no estaré tranquila hasta que estés de regreso sana y salva...Todo esto es mi culpa.
Jane acompaño hasta la puerta a su amiga cuando Alexander vio la imagen de las dos despidiéndose le llamó poderosamente la atención los rostros tensos de las mujeres.

- ¿Pasa algo Jane?- dijo esto acercándose a su esposa quien estaba seria.

-No pasa nada por lo que te tengas que preocupar.

- Tu cara no dice lo mismo. Es la señorita Watson acaba de salir ¿No?

- Así es. Lizzie fue a retirar unos libros- trato de sonar lo más normal posible.

- Tienes que hablar con ella.No puede andar sola por las calles de Londres...es peligroso-Su mente le decía que había algo más pero se había prometido no dejarse llevar por los celos así que decidió creer en su esposa.

-Te prometo que lo haré.
Entonces se acercó a su esposo para tomar sus manos y besarlas.

- Ese beso no me alcanza- Luego de esto tomo con sus manos el rostro de su esposa para rozar sus labios con los de ella incitandola a responder a su toque. Jane aceptó el reto y se apoderó de los labios de su esposo descargando todo su miedo a perderlo en ese beso.

- ¿Sucede algo Jane? Siente que algo te sucede.

- Sucede que te amo mucho y agradezco cada día por tenerte a mi lado, por el gran padre que eres con sophie...estoy un poco sentimental.

- Yo soy el afortunado por tenerlas a ustedes en mi vida...me cuesta irme cuando estás tan sensible.

- Ve tranquilo cuando regreses ya estaré bien además mientras más rápido vayas a atender tus labores más pronto regresara a mi lado.

Alexander salió de su casa preocupado por el estado de Jane ahora estaba más seguro que nunca que algo sucedía y él iba a averiguarlo.Antes de partir pidió a un empleado que vaya a buscar Joseph, su hombre de confianza, era hora de saber que ocultaba su esposa.

Bloom house era un tugurio de lo más bajo ubicado en uno de los peores barrios de Londres, Drury lane,era un burdel...Elizabeth nunca había estado en un lugar asi y quería terminar rápido para largarse de allí.

Cuando una mujer cubierta con una capa se acercó a Henry este sonrío victorioso pero cuando vio que se trataba de Elizabeth la sonrisa se borró de su rostro.

-Ustedes creen que yo estoy jugando pero se equivocan...¿Dónde diablos esta ella?- dijo enfurecido golpeando la mesa.

Elizabeth ignorando el comentario se sentó en la mesa para comenzar la reunión.Sabía que no podía demostrarle miedo o debilidad a ese hombre.

- la duquesa no piensa asistir...No es tan tonta como para presentarse a un lugar como este pero esta dispuesta a escuchar su extorsión...porque seamos sinceros de usted sólo puede esperar eso, así que hable.

- Ya que ustedes son tan directas yo también lo seré... quiero,mejor dicho exijo por mi silencio 50000 libras luego veremos el resto de los pagos.

-Como se atreve...Maldito delincuente no le alcanzó con hacerle daño en el pasado y ahora quiere lastimar a la niña... ¿De dónde piensa que ella va a sacar esa suma?

-Tiene los medios para hacerlo así que no es mi problema querida tienen dos días para traerme el dinero a este mismo lugar de lo contrario el escándalo arruinara al inmaculado duque de Norfolk y su bastarda.
Elizabeth se levantó furiosa para increparlo, él la sujeto por los brazos para evitar los golpes.
- Tranquila o te tranquilizare yo...resultaste ser una criada muy fiel a tu señora o es que también calientas las sábanas de Norfolk.

-Desgraciado, malnacido- entonces lo piso fuertemente con lo cual pudo liberarse para agarrar el vaso que había en la mesa y se lo arrojó con todas las fuerzas impactandolo en la cara.

-¡Maldita perra¡ Dile tienen hasta dentro de dos días a esta hora sino preparense para lo que viene-Grito furioso mientras veía como Elizabeth se alejaba del lugar.

«Pobre jane. Te crees más lista que yo pero te equivocas»

Habían pasado dos horas desde que Lizzie se había ido y Jane no podía despegarse de la ventana esperando su regreso.Cuando la vio venir fue corriendo a esperarla a la puerta.

-Por fin regresaste Lizzie. No podía más de la incertidumbre.

-Vayamos a un lugar donde podamos hablar tranquilas.

Se encerraron en la habitación de Elizabeth.

-¿Y bien que te dijo?

-Quiere dinero por su silencio 50000 libras dentro de dos días como primer pago.

- ¿Qué dices?...No puede pedirme eso...¿De dónde sacaré el dinero?...No se que hacer- Jane rompió en llanto

- Entiende que si cedés al chantaje nunca te dejará en paz...creo que no tienes opción más que hablar con tu esposo o recurrir a charlie.

-Tienes razón. Hablaré hoy mismo con Alexander y que sea lo que Dios quiera.

-Es lo mejor que puedes hacer Jane.

-Lo sé. Espero que vuelva pronto a casa.

En ese mismo momento en la residencia Thomas, Henry regresaba a su hogar enfurecido por como habían resultados las cosas con Jane. Sospechaba que la muy maldita no cedería a su pedido pero tenía un haz bajo la manga para presionarla.

-Pero si es mi esposo...parece que recordó que aún existo. ¿Dónde estuviste estos días?...seguramente con tu amante de turno- Anne Thomas estaba harta de la situación que vivía día a día, se había convertido en una mujer amargada y resentida con la vida.

- Para que lo sepas si estuve con mi amante...una verdadera mujer no como tú- había lanzado el anzuelo ahora sólo tenía que esperar.

- No creo que una fulana sea más valiosa que yo,asi que respetame.

- No creo que una duquesa valga más que tú.

Anne se acercó corriendo hacia él y comenzó a golpearlo con sus brazos.
-Maldito seas...dime quien es ...te odio, te odio...

- Ya que insistes... La duquesa de Norfolk y ahora si me disculpas voy a descansar como imaginarás estoy exhausto - luego de decir esto se retiró dejando sola a su esposa asumida en la histeria.Si todo salía como lo pensaba Anne iría a atacar a Jane y a esta no le quedaría más opción que entregarle el dinero a cambio de que él calmara a su esposa y el peligro que está representaba.con lo que él no contaba era que Anne tenía otros planes.

Anne se paralizó al oír la revelación de que Jane era la amante de su marido pero esto no iba a quedarse aquella mujer iba a pagar y ella se encargaría personalmente de ello. Como pudo se recompuso y salió a la calle para buscar al Duque de Norfolk.