Jane Renace

VIII

Jane no sabía que hacer tenía horas para desaparecer ¿Pero a donde? ¿Cómo criaria a un hijo sola?  De pronto su madre y lizzie entraron a su habitación con los llorosos.

— Lizzie irá contigo a la casa de campo y allí darás a luz y podrás entregar a tu hijo en adopción. Dejaras pasar un tiempo considerable mientras yo convenzo a tu padre de que te acepté nuevamente.

Jane sabía que no podría abandonar a su hijo porque si bien apenas hace unas horas supo de su existencia. Ella sabía que no haría tal cosa y con miedo le dijo a su madre.
— ¿Y si quiero criar a mi hijo?
— Sabes que tu padre jamás te volvería a aceptar Lizzie...ahora Piénsalo bien pero antes dime ¿Quién es el padre?
— Henry Thomas.
—Maldito bastardo...por favor hija Piénsalo volveré en un rato por tu respuesta.

Cuando su madre se retiró Jane volvió a llorar y lizzie se acercó a ella y la abrazo.
— Sabes que cuentas conmigo eternamente ¿no?
— Nunca lo dude y te pido perdón por no escucharte ahora pago las consecuencias, Liz.
— Ya es tarde para eso... Ahora piensa en tu decisión Jane.
—No quiero entregar al niño pero no se que hacer amiga como voy a sobrevivir...necesito pensar y no tengo tiempo debo actuar antes del amanecer.
— podemos fugarnos y trabajar para sacar adelante a mi sobrino

Emocionada por estas palabras de Liz ,Jane se sintió reconfortada y tomo una decisión.
— podemos vender mis joyas para irnos lejos y recomenzar yo puedo dar clases de piano,bordar o lo que sea para salir a flote

— Sabes amiga que cuentas conmigo.

Comenzaron a guardar apenas lo que cabía en un par de valijas para huir rápidamente en la noche.Cuando la madre de jane entró a la habitación encontró una nota.

« Se que los decepcione y mi falta no tiene perdón a los ojos de la sociedad pero no puedo hacer lo que me pides y por eso me marcho.
No seremos una molestia para ustedes y siempre los llevaré conmigo.
Por favor dile a mi hermano que me perdone y que lo amo»
JANE

Dos días después el Duque de Norfolk ante la noticia de la aparente muerte de jane así que  se dirigió a la casa de la joven grande fue su sorpresa cuando le informaron que la joven no resistió una fiebre fulminante y falleció el día anterior. Pero todo era muy sospechoso y los titubeos de la madre no hicieron más que acrecentar sus dudas sumados al rápido entierro que llevo a cabo la familia Deveraux.

Mientras tanto en el lado pobre de la ciudad Jane se hospedaba en un humilde hostal mientras esperaba que   Lizzie volviese de la casa de empeños con el dinero suficiente para largarse de Londres. Los síntomas del embarazo la tenian mal pero ella debía ser fuerte si quería sacar a su hijo adelante.Cuando su amiga volvió le informó que no tuvo suerte con el broche pero que mañana iría a otro lugar que pagaba mejor. Las jóvenes rogaban que así sea porque el dinero del prendedor que empeñaron iba a agotarse rápidamente y necesitaban el dinero para los boletos.
Al otro día mientras Lizzie caminaba apurada por las calles londinenses Norfolk la reconoció como la doncella de jane y le llamo la atención no verla vestida de luto así que la siguió hasta la casa de empeños y cuando la joven  salió de allí él la siguió sigilosamente hasta verla entrar en una posada de baja categoría. Entonces mando a su chofer a averiguar información sobre la Joven doncella y descubrió que no se hospedaba sola sino que acompañaba a una dama que era de alta sociedad muy bonita.

Una pequeña sonrisa atravesó el rostro de Alexander que dijo « Creo que acabó de atrapar a un fantasma»

Un golpe en la puerta sacó a las jóvenes de la tranquilidad. Lizzie se acercó a abrir la puerta y cuando encontró del otro lado al Duque de Norfolk se quedó inmóvil.

— creo que puedo pasar— dijo Alexander mientras abría la puerta del todo con su bastón.
— ¿Quién era Liz? pregunto Jane que al acercarse vio a Norfolk dentro de la habitación y automáticamente se puso a la defensiva — ¿Qué hace aquí? Le voy a pedir que se retire inmediatamente.

El se acercó y con esa mirada fría y calculadora pensó en su respuesta — Vine a ver por mi mismo si los rumores sobre su muerte eran exactos y como lo supuse no era así.

— ¿Muerte Dijo?— Cuando escucho en voz alta se dio cuenta de lo que había ocurrido. Sus padres la sacaron de sus vidas definitivamente.no pudo evitar que las lágrimas comenzarán a caer nuevamente.
— Por favor Jane no te pongas así sabes que no te hace bien— Dijo Lizzie

Mientras tanto Norfolk analizaba la situación de desgracia de Lady deveraux y le dijo
— Soy un hombre de negocios y puedo ayudarla en su condición.

Ambas mujeres lo miraron seriamente y cuando Jane iba a reaccionar violentamente. El lo anticipó y le dijo.

— Antes de que diga nada déjeme explicarle mi propuesta y después usted decide libremente ¿Sí?

— Está bien pero si me dice algo que no me gusta le rompo el bastón por la cabeza.queda advertido su excelencia.

Alexander se sentó en la destartalada silla y comenzó a explicarse.

— Cómo sabe mi posición conlleva responsabilidades, ya tengo 35 años y es hora de que las asuma yo no tengo más tiempo para perder. Por eso soy directo y le ofrezco la posibilidad de ser mi esposa,reconocer a su hijo porque claramente usted espera un hijo del imbécil de thomas y así convertirse en la dama más influyente de Inglaterra.podrá pisar a sus adversarios y llegar a donde jamás pensó llegar y su hijo crecerá con todas las comodidades y un padre legítimo.

Jane quedó shockeada ante semejante proposición porque era la peor proposición de matrimonio que había escuchado en su vida.

—Pero su excelencia yo no lo amo
— Yo tampoco a usted— Le dijo fríamente.
— Entonces ¿Por qué me propone esto?
Mirándola fijamente le dijo
—porque la deseo y quiero que sea mia.Puedo arreglar todo para casarnos en gretna green en dos días por su supuesta muerte no se preocupe yo se como solucionarlo.

— No se que decir ...
— Decidalo rápido señorita deveraux. Soy un hombre ocupado.

— Cómo se que esto no es un capricho suyo y no me tiré a la calle cuando consiga lo que quiere de mi.

— Sencillamente porque no soy un  hombre de caprichos en síntesis soy lo opuesto a Henry Thomas.

— Quiero a Lizzie conmigo y no como parte de la servidumbre.
— Hecho. Si vamos a dejar las cosas en claro yo exijo absoluta fidelidad.
— Hecho. Yo le pido que mi hijo jamás sepa quien es su padre.
— No será por mi señorita...quiero que estés disponible para mi siempre que lo desee.
Dudando sobre este último punto  Jane respondió — Hecho.

—pues muy bien señorita Deveraux tenemos un trato ...ahora recojan sus pertenencias que nos vamos a mi casa.