capítulo 27

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Estas bien?

Estábamos cumpliendo nuestro tercer año juntos, los mejores años de mi vida. Donde pude sentir que alguien me escuchaba y me quería, que el me amaba y yo a el.

El restaurante donde me trajo era hermoso y costoso, no sabía cómo el (porque no me dejo dividir el costo) lo iba a pagar. Pero según el, pagaría lo que fuera por mi.

La comida era deliciosa, y el postre más que delicioso era exquisito. Pero lo malo de que sea muy bueno es que deje salir un gemido y la risa de Erick no tardó en aparecer ni tampoco el color en mis mejillas.

--oye, guardate eso para cuando estemos solos-- Erick nunca perdía la oportunidad de hacerme sonrojar más y yo no perdía la oportunidad de pegarle.

--basta! No lo hice a propósito-- proteste.

--espera a después y te saldrán naturalme-- dijo y me guiño el ojo.

--shhhh. Estamos en un lugar publico-- susurre yo avergonzada.

--Lo se... lo siento. me perdonas?-- pregunto con su típica carita de perrito mojado. Yo sólo sonreí y seguí comiendo.

Luego de salir del restaurante fuimos a su casa, pensé que estarían los padres de el, pero no, ni tampoco sus hermanos. Así que el no dudo en darse la vuelta y empezar a besarme.

Sus besos eran apasionados, como si fuera el último. Y en un abrir y cerrar de ojos ya estábamos en su habitación, basándonos y sacandonos la ropa.

Me hubiera gustado saber que en realidad esos serían nuestros últimos besos, que esa cita sería la última, que ya no podría sonrojarme de las cosas que decía, que ese, sería su último día de vida., para haberle dicho cada segundo que lo amaba.

El me abrazaba mientras nuestras respiraciones volvían a ritmo normal y yo le daba pequeños besos en su cuello.

--mica?-- bajo su mirada a mi y yo deje de darle besos, no hubiera parado si hubiera sabido que pasaría.

-- te amo... Y... no hay día en que deje de pensar en ti-- la comisura de mis labios se levantaron dejando ver a la sonrisa más grande que había hecho en toda mi vida.

-- yo también te amo y no se lo que haría sin ti-- y no estaba equivocaba al decirlo.

Luego de estar un rato en la cama nis levantamos y el se puso el pantalón y yo mi remera blanca y nos sentamos en el piso para jugar a las cartas. Era algo nuestro.

Luego de estar un rato jugando el hablo.

--será mejor que te lleve a casa, no quiero que tus padres se preocupen.

-- no lo harán.

--mica... ellos te quieren y se preocupan por ti-- negué con la cabeza.

--porque no nos vamos los dos a vivir a juntos... Y nos escapamos de todos.

-- me encantaria-- dijo y me beso, luego empezó a juntar el resto de la ropa tirada en el piso y me dio la mia.

¿Me haces mejor o peor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora