El pecado que no nos deja avanzar Part. 2

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Josué 7:22

Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío, da gloria a Jehová el Dios de Israel, y dale alabanza, y declárame ahora lo que has hecho; no me lo encubras.

La gente confunde mucho el efecto de un pecado hoy en día y aunque no hay duda que vivimos en tiempos de gracia, la invitación del pecado a destruir no ha cambiado para nada.

El pecado oculto es aún peor pues es algo que nos va destruyendo por dentro y no solo eso, comienza a tener un efecto tan negativo que pudiera hasta afectar todo lo que nos está rodeando.

Dios le advierte a Josué todo esto y como líder este busca cómo hacer responsable al anatema...

¿Porqué lo hizo así? porque el pecado de Acán hizo que murieran muchos hombres justos en batalla y Josué quiso hacer un precedente para que este tipo de conductas no se repitiera. También tenemos que entender que Acán y todo el pueblo estaban bajo la Ley.

La gracia nos invita a trabajar con este tema de pecados, con amor pero hay una consecuencia que todos si desobedecemos tenemos que enfrentar y es mejor hacerla de la manos de Dios y siendo sinceros.

Acán le fue de muy mala manera hasta el punto de ser destruido él y su familia, y todo lo que era de él.

Por simplemente no aceptar, no confesar a tiempo, y planear con anticipación algo que destruiría al pueblo entero.

(Romanos 6:23)” Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor”.

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