El espíritu desafiante de Gedeón

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Jueces 6:27-29 (RVR1960)

27 Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche.

28 Por la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortada la imagen de Asera que estaba junto a él, y el segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar edificado.

29 Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho.

Gedeón toma unos diez hombres y decide desafiar el altar de Baal y de Asera.

¿Porqué lo hizo?

Nos queda claro que Gedeón sabía que Dios le había dado un llamado para liberar al pueblo de la opresión de sus enemigos, pero la mayor liberación que necesitaba este pueblo era la de su propia mente y corazón(que siempre los llevaba a buscar a otros dioses y olvidar el Dios verdadero) Gedeón ataca ese sentimiento del pueblo por dioses ajenos, derribando lo más sagrado, sus altares...

Tanto Baal y Asera son dioses muy conocidos por toda la Biblia, esta misma dice como Israel corría detrás de estos dioses ajenos. Entonces Gedeón lo que hace es desafiar, pero aún con un poco de miedo, por eso escoge la noche para que nadie lo vea, quizás fue un buen momento pero todavía se nota que quizas habían ciertos temores dentro de él.

Sin embargo eso no lo detuvo para hacer algo que delante de todos exaltaría a Dios... y le dejaría ver al pueblo que esos dioses ajenos no los salvarían, ni en ese momento, ni nunca.

Su padre como dicen los versículos más adelante, sale a defenderlo, exclamando algo que es muy cierto "Si ellos son dioses, que vengan a defenderse".

Y esto es algo muy real, Dios no necesitaba tener un altar con imagen, pero estos dioses si los tenían.

Entonces al Gedeón derribar la imagen ¿qué quedaba?

Honestamente nada... solo unos escombros de piedra en la tierra.

Y así era la fe que pusieron ellos en estos, una fe que cualquiera podía derribar...

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