La venganza de Sansón

78 4 2
                                    

Jueces 15 Reina-Valera 1960 (RVR1960)

15 Aconteció después de algún tiempo, que en los días de la siega del trigo Sansón visitó a su mujer con un cabrito, diciendo: Entraré a mi mujer en el aposento. Mas el padre de ella no lo dejó entrar.

2 Y dijo el padre de ella: Me persuadí de que la aborrecías, y la di a tu compañero. Mas su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella? Tómala, pues, en su lugar.

3 Entonces le dijo Sansón: Sin culpa seré esta vez respecto de los filisteos, si mal les hiciere.

4 Y fue Sansón y cazó trescientas zorras, y tomó teas, y juntó cola con cola, y puso una tea entre cada dos colas.

5 Después, encendiendo las teas, soltó las zorras en los sembrados de los filisteos, y quemó las mieses amontonadas y en pie, viñas y olivares.

6 Y dijeron los filisteos: ¿Quién hizo esto? Y les contestaron: Sansón, el yerno del timnateo, porque le quitó su mujer y la dio a su compañero. Y vinieron los filisteos y la quemaron a ella y a su padre.

7 Entonces Sansón les dijo: Ya que así habéis hecho, juro que me vengaré de vosotros, y después desistiré.

Luego que pasa un tiempo, Sansón decide ir y reconquistar a su esposa, la cual ya había sido entregada a su amigo... y eso fue suficiente para que Sansón se quisiera vengar de todos.

Sansón toma unas zorras y como quien diría las encendido en fuego a propósito y cuando se estaban quemando estas salen por todo el trigo y viñedos, haciendo perder todas estas cosechas de los enemigos.

Ahora cada acción tiene una consecuencias y esta no era la excepción, él lo hizo para vengarse de ellos, pero los filisteos al ver lo que había pasado y el porque ocurrio, tomaron al padre y la mujer y los quemaron.

Todo esto estuvo completamente de más, fueron acciones una tras otra, que fueron hechas sin sabiduría y trajeron consecuencias hasta llegar al punto donde ya Dios no pudo sacarlo de enfrentar sus propias consecuencias, no porque Dios no tuviera la capacidad de hacerlo, si no por el hecho de que su actitud echaba fuera la posibilidad de un rescate de parte de Dios.

Los filisteos eran un pueblo sumamente problemático y abusivo y Sansón tenía en sus manos la capacidad, la fuerza y la unción para ganar cualquier conflicto por ejemplo... ¿no era más fácil organizar una estrategia para sacarse los filisteos de encima? que estar en estos conflictos personales con mujeres y tanto problema repetitivo... que al final de todo hicieron que una gran persona, perdiera no solo su fuerza literalmente, pero su función como tal y el propósito por el cual fue llamado.

El orgullo en estos jueces juega un papel muy negativo y no solo en ellos, en todos nosotros y creo que por ahí empieza el asunto en esta historia. Sansón siempre veía como Dios lo libraba aún en medio de sus errores, pero hay un tiempo donde ya eso no iba a pasar, porque por mas ungidos o especiales que seamos para Dios, el permitir que el pecado la desobediencia y el orgullo entre y ocupen el lugar de Dios en nuestras vidas, solamente nos va a convertir en literalmente unos abusadores de la gracia.

Donde vamos a repetir pecados y a tomar malas decisiones, por el simple hecho de que pensamos que tenemos un Dios que nos saca de aprietos cada vez que nosotros queramos caer a conciencia, pero realmente la gracia no trabaja de esa manera.

Puntos a meditar

La gracia te salva, pero también te invita a recapacitar en lo hecho...

El querrer hacer venganza, sin ser justos nosotros mismos... puede ser un juego peligroso.

La ConquistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora