Débora y Barak

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Jueces 4

Jueces 4: 4-10Reina-Valera 1960 (RVR1960)Débora y Barac derrotan a Sísara

4 Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot;

5 y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio.

6 Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón;

7 y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos?

8 Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré.

9 Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes.

10 Y juntó Barac a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y subió con diez mil hombres a su mando; y Débora subió con él.

Aquí se ve Débora y un personaje nuevo Barak, un dirigente militar de Israel pero con muy poca valentía para lo que se presentaba delante de él.

En tiempos de opresión este líder Barak tenía que demostrar valentía, él tenía que defender y libertar al pueblo de este otro general militar Sísara, pero no fue así...

Este decide hablarle a Débora para su consejo, pero también para que fuera con él, al punto que le dice... "Si tu no vas, yo no voy" ¿Te imaginas la influencia que tenía esta mujer?

Es todo una verdadera guerrera si la vemos de esta manera, sin embargo ella va y en medio de la batalla, Israel vence, pues por otra mujer en la historia llamada Jael, les consigue la victoria.

21 Pero Jael mujer de Heber tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, se le acercó calladamente y le metió la estaca por las sienes, y la enclavó en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió.

Eran acontecimiento sangrientos y horribles en tiempos muy oscuros, donde Israel tenía que defenderse de la opresión. Pero el verdadero problema era que siempre olvidaban el favor y la misericordia que Dios hacía con ellos.

Y así se libró Israel del Rey Jabín y Sísara su capitán de ejército y lo hizo a manos de mujeres que entendían perfectamente lo que tenían que hacer para mantener a Israel en Paz y fuera de opresión.

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