XIII

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Dirk's POV

Llegamos a última hora de la noche a casa de Zoe. He visto poco de su territorio pero todo parece muy sencillo y rural. La gente no ha hecho más que susurrar desde que nos vió llegar, pero supongo que es porque han aparecido con dos extrangeros. Ellos saludan con naturalidad. Me agrada observar cómo miran a Zoe: admiración y cariño.

He tenido que pasar mi brazo por encima de su hombro porque he captado la mirada de más de un hombre recorrerla de arriba hasta abajo. Y me está costando mucho no matarlos a todos, pero intento hacer el esfuerzo para que ella se sienta agusto.

Parece notarlo, porque enseguida me pasa su brazo por la cintura en un gesto posesivo. No es hasta entonces que me doy cuenta de la mirada de algunas de las mujeres a las que saludan todos, así que la miro sonriente. Que ella también me reclame como suyo hace que mi lobo se convierta en un cachorro sensiblero, porque, qué demonios... A mi también me gusta que lo haga.

La casa de Zoe es grande en comparación con el resto de las de la manada, pero sigue sin ser un castillo, obviamente. Me sorprende que todo el interior sea blanco y pulcro. De ella me esperaba algo mas hogareño, aunque es cierto que es la casa de sus padres. Me enseñan las habitacioes más importantes de la casa, y cuando llego a la de ella me lo explico todo.

Su habitación es cálida, mucho más que las demás. Las paredes ya no son blancas, sino tostadas. Me fijo en que hay muchos muebles artesanales en esta habitación, y también varias plantas. Se nota que le gusta la naturaleza. Además, aunque los textiles son en tonos muy claros, ha introducido toques de color que le dan mas personalidad a la habitación. Tiene muchas fotos colocadas en una de las paredes formando un mosaico, e intercalando cada marco de los colores que predominan en la habitación: madera, verde y ocre.

— Zoe, tienes una habitación preciosa - aprecia Bluma.

— Muchas gracias - responde ella.

— Bluma - interviene mi futura suegra - Ven, te enseñaré la habitación de invitados. Dejémosles a solas.

Esta mujer me está poniendo cada vez más fácil la relación con su hija, debo compensarla de alguna manera.

Cuando salen, me encuentro examinando las fotos del mural de Zoe, y no puedo evitar sentirme molesto. En la mayoría sale con el maldito Henry, y en muchas de ellos salen demasiado cariñosos... Él siempre la agarra de alguna manera, y en muy pocas ella le corresponde, lo que me calma. Pero sigue enfadándome que haya otro hombre en la pared de su habitación que no sea yo, no puedo evitarlo.

— Supongo que ahora odiarás mi habitación.

Me mira con una sonrisa torcida y me coge de la mano para llevarme hacia la cama, donde me sienta con cuidado para poder mirarme a los ojos sin tener que mirar hacia arriba.

— Sólo odio parte. La parte en la que sale ese, el mural es bonito.


Zoe's POV

Sonrío sincera.

Me va a ser difícil apaciguar las cosas entre estos dos, pero deberé hacerlo. Principalmente porque Henry es mi futuro Beta, pero también es mi amigo, y no quiero perderlo de esa manera aunque haya encontrado a mi hombre.

Acaricio su barba de días y le beso con suavidad en los labios. Esos labios que estoy segura me van a volver loca. Podría pasarme la vida entera así...

Dirk enseguida me atrapa por la cintura para acercarme más a él, acortando la distancia entre nuestros cuerpos. Profundizamos el beso con necesidad, y empezamos a emitir los primeros jadeos, pero no me importa. Ni si quiera me importa ahora mismo que mis padres nos puedan oír, pero es imposible, porque cada cuarto de la casa está insonorizado.

LA DOMA DEL ALFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora