XXV

5.6K 346 61
                                    

Zoe's POV

— Alan, necesito hablar contigo.

Cuando esas simples palabras salen de la boca de Dirk, me indigno un poco más si es que es posible. Encima de arrastrarme a un avión en el que no quería subirme sin darme ninguna explicación, y tras haber sido atacada ni más ni menos que por Linda para evitar que me fuera... Pretende mantenerme al margen de este absurdo del que aún no entiendo por qué formo parte, ni qué fin tiene.

Bluma no me ha querido dar ninguna explicación en todo el camino, supongo que por orden de su hermano, así que no puedo más... Estallo.

O mejor dicho, mi loba estalla. Gruñe provocando un escalofrío prácticamente a todos los presentes, pero sobre todo a mi compañero, cuyo lobo no puede evitar responder con un sutil aullido cargado de dolor y preocupación.

— ¡VALE YA! - chillo, sin vergüenza, delante de toda la gente que nos está mirando - ¿Quieres decirme qué pasa? Lo último que recuerdo es haberte dicho que no quiero saber nada, y que YO me volvía a casa... ¿No podías darme mi espacio?

Es entonces cuando, por primera vez, Dirk saca a relucir a su bestia conmigo.

— ¡NO! NO PODÍA DARTE NADA PORQUE AHORA SOMOS UNO, ZOE. UNO SÓLO. ¡MÉTETELO YA EN ESA CABECITA QUE TIENES! NO PORQUE YO QUIERA, NI POR OBLIGACIÓN, SINO POR EL VÍNCULO QUE NOS UNE. Y CUANTO ANTES LO ACEPTES MENOS DOLOROSO SERÁ SEGUIR VIVIENDO PARA LOS DOS - suelta de carrerilla y con los ojos saliéndose de sus órbitas. Se toma un breve respiro, y continúa esta vez bajando un poco el tono de voz - Necesito hablar con tu padre porque contigo no se puede. Déjame que haga lo que tengo que hacer y después hablaremos si es que la señorita está de humor.

— ¿¡Te crees que...

— ¡PARA! - chilla agarrándome con fuerza por los brazos. Aunque nadie se atreve a intervenir. Tiene los ojos negros como el carbón y noto como saldría humo por sus orejas si eso fuese humanamente posible - He dicho que tengo que hablar con tu padre. Tu no has querido hablar las cosas conmigo antes de tomar decisiones precipitadas, así que no exijas lo que no das, preciosa.

Me suelta y me deja allí plantada pidiéndole con la cabeza a mi padre que lo siga. Y mi padre me da la espalda para obedecerle sin rechistar.... T-R-A-I-D-O-R. Con todas las malditas letras.

Voy detrás echa una furia, pero mi madre me detiene con la calma y tranquilidad que la caracterizan y yo no puedo resistirme a su mirada inocente. Freno por un segundo y logro contener a mi loba a duras penas.

— No sé lo que ha pasado, pero creo que deberíais calmaros los dos. Empezando por tí, Zoe.

Cierro los ojos y asiento. Mi madre tiene razón. Haga lo que haga o tomemos la decisión que tomemos lo más sensato para ambos es hacerlo de la manera más civilizada posible. Nos pide a todas que entremos en casa y manda que nos sirvan un té.

— Yo voy a ir a darme una ducha rápida, ahora vengo.

Dejo a Bluma y a la chica que nos ha acompañado todo el camino con mi madre y subo a mi habitación. Todo está como lo dejé la última vez que estuve aquí. Entro y me siento en la cama a observar mi habitación. Ha sido mi refugio durante años. Un sitio en el que sentirme segura. Tranquila.

Ahora sólo puedo recordar, con los ojos cerrados y los sentidos a flor de piel, cómo el olor de Dirk invade mi sistema. Es sutil, pero su aroma se esconde entre mis sábanas... En cada zona que él ha tocado estando aquí. Noto cómo sus dedos recorren todo mi cuerpo, tal como hicieron cada noche que pasamos juntos hace tan poco tiempo en mi cama. Su boca, sus ojos, su sonrisa... Él.

LA DOMA DEL ALFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora