LA DOMA DEL ALFA

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Dirk's POV

Después del desastre de brunch que hemos tenido, del que Zoe sale como alma que lleva el diablo, mis nervios no hacen más que acrecentar. Y no por el hecho de que mi familia ya considere a mi pareja como a un enemigo, sino porque sé que tras la actuación de hoy de la misma, mi padré pedirá a Will que no tenga clemencia con ella. Y no puedo permitirlo...

Es verdad que la loba de Zoe me sorprendió gratamente, pero que sea majestuosa no quiere decir que sea una guerrera lo suficientemente fuerte para vencer a nuestro mejor estratega en combate (después de mi padre y de mí).

— ... como habíamos hablado. Espero que seas letal, Will.

Escuchar el deseo de mi padre me enfurece sobre manera. Mi lobo lucha por salir y defender a mi hembra como realmente se merece, pero mi acción solo estropearía mas las cosas. Decido contenerme y poner un mínimo de cordura en el asunto.

— Will - interrumpo - que no se te olvide que es mi mujer. La quiero sin un rasguño.

La última frase la digo con una determiación insólita. Incluso mi padre se sorprende de escucharme usar la voz de mando, ya que jamás me he interpuesto en las órdenes de ninguno de los dos, aunque yo sea el superior de Will. Siempre he dejado que ambos ordenen y manden, me he mantenido al margen todos estos años, preocupado sólo de ser el mejor guerrero de la manada; ya que aunque los líderes los rige el estatus de sangre, el puesto hay que mantenerlo dedicándole muchas horas al entrenamiento de tu lobo.

Pero eso se acabó. He encontrado a mi mate, y no pienso permitir que le hagan daño si yo puedo evitarlo. Asumiré el papel de mando para protegerla de todo el que se nos interponga si eso es necesario.

— Procuraré comportarme, Dirk.

Mi padre sonríe ante su insolencia. Will está saliéndose del tiesto con el futuro Alpha, y mi padre disfruta porque piensa que no seré capaz de darle el castigo que se merece. No sabe lo confundido que está.

•Mátalo antes de que la roce...

Mi lobo está dispuesto a matarlo aquí y ahora, pero no puedo interponerme en los planes de Zoe, tengo miedo de que me rechace si le estropeo esta oportunidad... Y mi miedo a perderla supera incluso el miedo a que le hagan daño.

Porque si fuera necesario, saltaría al campo a defenderla cuando sucediera la batalla. Pero si le jodo su oportunidad de proclamarse guerrera, no querrá que sea su macho. Y la necesito a ella por encima de cualquier cosa.

Cojo al Beta de mi padre de las solapas de la chaqueta que se ha puesto y lo levanto unos palmos hasta tener sus ojos a la altura de los míos. Lo estampó contra la pared que tenemos más cerca, provocando que algunos ladrillos se desempolven del impacto.

— Creo que no me estás entendiendo, Will. Es una orden. ¿Sabes lo que significa eso?

Él traga de manera sonora. Está claro que no se esperaba esto de mí.

— Claro, señor.

— La próxima vez que me faltes al respeto, no contendré a la bestia.

Noto su miedo. Soy capaz incluso de olerlo. Le doy una sacudida con la cabeza a mi padre en señal de despedida mientras él intenta esconder, fracasando, una sonrisa de satisfacción.

Hay momentos en que no puedo contener ni mi bestia ni los genes que mi padre me ha trasnmitido. Por lo que veo va a intentar apelar a ellos, así que tendré que andar con cuidado y controlarme. Cuanto antes pueda reclamar a mi mate, mejor, porque no podré contener durante mucho mas tiempo mis instintos. Necesito a mi mate para controlar a mi bestia de una vez por todas.