XIV

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Zoe's POV

Cuando me acuesto estoy muy enfadada tanto con Henry como con Dirk, pero sobre todo con Dirk. Después de lo que ha hecho se le ocurre irse por ahí sin decirme nada, como si no me tuviera en cuenta. Como si mi comportamiento no hubiese sido el adecuado, cuando me he esforzado por hacerle sentirse cómodo, incluso cuando no estoy nada acostumbrada a algo así...

***

Cuando me despierto a la mañana siguiente noto un calor ya conocido que me rodea. Es Dirk. Vaya, se ha dignado a venir por lo que se ve... Me giro para mirarle mientras sigue en un sueño profundo y aún así, puedo notar que está enfadado. Ceño fruncido y expresión de disgusto.

Decido levantarme sin molestarlo, porque no quiero hablar nada con él aquí en mi casa. Así que bajo tranquilamente a desayunar. Nadie se atreve a dirigirse a mí cuando me encuentra por el pasillo o en la cocina, pero supongo que es imposible evitar la conversación en el desayuno.

— ¿Has hablado con él? - me pregunta mi madre.

— ¿Con qué él mamá?

Ella rueda los ojos en respuesta a mi irreverencia. Veo como Dirk baja por las escaleras con una elegancia innata incluso desperezándose por el rabillo del ojo, así que decido que se de cuenta con un comentario sutil de mi enfado.

— Ah, supongo que te refieres a este él, mi compañero. El que después de que le diera su lugar anoche frente a nuestro Beta, y amigo mío de toda la vida, prefirió acuchillarle una mano a uno de nuestros mejores guerreros y no contento con eso se larga sin si quiera mirarme. Pues no, no he hablado con él.

Mi madre niega con la cabeza, y mi padre viendo lo que se viene después de mi comentario sutil, decide intervenir.

— Zoe, hija...

Pero Dirk decide que también es su momento de intervenir.

— Si uno de vuestros mejores guerreros llora como una nena por culpa de un cuchillo de huntar, quizás lo que tenéis es un problema con vuestro ejército.

Me giro para encararlo, porque lo que más rabia me da es que insulte a mi maldito ejército sabiendo que estoy enfadada. Así que me levanto para poder estar en superioridad de condiciones de algún modo frente a él, y decido dejarle las cosas claras ya.

— O igual el que tiene un problema eres tú, que no sabes controlarte. Y no sólo eso, en lugar de quedarte conmigo te largas en mitad de la noche, ¡después de que te defendiera delante de él!

— Es lo que tienes que hacer, el único que no pintaba nada haciendo ese comentario es él, preciosa.

Tiene la poca desfachatez de piropearme estanto cabreada con él. Se va a enterar el maldito arrogante.

— La última vez que lo comprobé él era el futuro Beta de esta manada, Dirk. Y yo su futura Alpha. De quien no veo la función aquí es de tí...

Se nota que le he dado donde más le duele porque cierra los ojos y cuando los abre no sólo los tiene negros, sino también empañados. Y al instante me arrepiento de lo que acabo de decir, me he pasado. Si él me dijera algo así me rompería por completo. Ni si quiera es capaz de replicarme antes de que intervengan mis padres. Otra vez.

— Zoe, te pierde la boca, ya vale. Si hay algún hombre por encima de cualquiera es tu compañero.

— Debéis arreglar las cosas entre vosotros - se acerca mi madre a mí - Siempre te advertimos de que os estabáis metiendo en un lío, y Henry ayer se pasó. No estropees tu buena actuación de anoche. Os dejamos.

LA DOMA DEL ALFADonde viven las historias. Descúbrelo ahora