Zoe's POV
Escuchar decir a Jasmine que mi hombre prefería las asquerosas atenciones que estaba recibiendo por su parte, a recibir amor mío, de su compañera... Fue la gota que colmó el vaso de mi limitada paciencia.
Mi loba luchaba por salir al exterior, pero quería que le quedara muy claro qué era lo que pasaba cuando alguien tocaba algo que era mío. Además, herirla en su forma humana haría que sus heridas tardaran mas en sanar, aunque la diferencia fuese muy pequeña.
Cogí sin pensarmelo dos veces el botellín de cerveza del que Dirk estaba bebiendo hasta que interrumpí su animada charla con la zorra de Jasmine, y lo partí contra la barra para hacerle un corte diagonal en su preciosa cara a la pelirroja. Nunca había entendido por qué, pero la muy idiota había intentado hacerme la vida imposible desde que éramos dos mocosas. Pero habíamos llegado a una edad en la que no iba a seguir siendo benevolente.
— Mira bonita, me da igual lo que te creas, pero dudo que ningún hombre aquí presente prefiera pasar una noche contigo a mantener conmigo una conversación de cinco minutos - escupí llena de rabia mientras ella jadeaba del dolor - Y no quiero volverte a ver a menos de cinco metros de mi hombre, o la próxima vez el corte será más profundo. Quizá tanto que no puedas contarlo, ¿entendido?
Podía notar el miedo en su mirada. Había sacado una parte de mí que jamás había mostrado a mi manada. Me habían visto enfadada, por supuesto. Pero nunca fuera de mí como en este momento. Quizás porque nunca había temido perder algo tan importante para mí como lo era Dirk.
También podía notar cómo el lobo de Dirk ronroneaba de satisfacción al verme marcar territorio y defender lo que era mío. El muy gilipollas había conseguido lo que quería: hacerme reaccionar.
Me dí la vuelta de inmediato y le pedí con la mirada que me siguiera.
Y, por supuesto, con eso fue suficiente. Dirk me siguió a pies juntillas sin mirar ni si quiera de reojo a la pelirroja con la que me había intentado poner celosa... Consiguiéndolo con éxito, he de decir.
Se transformó en lobo detrás de mí, sin rechistar, y me siguió a toda velocidad.
Ver cómo nuestros lobos acompasaban sus respiraciones y el ritmo de la carrera era algo que me hacía tan feliz que creía que no me acostumbraría nunca. Juntos éramos la perfecta simbiosis entre fuerza y destreza, velocidad y aguante, estrategia y determinación. Lobo negro y loba blanca. Habíamos nacido para estar juntos, y ya no veía motivos para seguir negándolo.
Después de casi una hora de carrera para alinear mis pensamientos antes de cometer ninguna imprudencia, decidí que quería volver a llevarle a mi claro favorito. Nuestro lugar especial en la manada.
No sabía cómo arreglar las cosas con Dirk sin discutir y pelearnos una y otra vez. Así que decidí que nuestros cuerpos hablaran por nosotros cuando nuestras mentes estaban tan atascadas que cualquier intento de diálogo terminaría en una catástrofe.
Ver cómo la noche atrapaba el bosque y la cascada en un manto de estrellas era algo que siempre me había relajado profundamente.
Sin embargo, esa noche, no podía obviar el hecho de que un dios griego se paseaba a sus anchas por el claro sin pudor alguno tal como la Diosa Luna le había traído al mundo. Y, para mis hormonas, fué el desencadenante clave.
Me lancé, literalmente, a Dirk. Lo tiré en la pradera con decisión para atacar su boca con un deseo que me llevaba consumiendo por dentro desde el día que le había conocido. Y no había motivo para negar tal cosa: deseaba a mi macho, y lo deseaba de una manera tan intensa que hacía que cada fibra de mi cuerpo ardiera por dentro.
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LA DOMA DEL ALFA
WerewolfZoe Silk es una mujer lobo fuerte e independiente que se prepara para ser la futura alfa de su manada, porque su comunidad ha evolucionado lo suficiente para haber equiparado las posiciones de hombres y mujeres dentro de su especie. Es una licántrop...