Esa noche volvió caminando a su casa. La madrugada estaba un poco fresca, pero después de un primer día en Santorini tan "accidentado" decidió que la mejor opción era caminar. La brisa le sentaría bien, necesitaba despejarse.
En su mente solo aparecía una cosa. Raúl de los putos cojones, joder.
<<Si has aguantado que Emanuel y tú terminaran, puedes tranquilamente aguantar no hablar más con ese gilipollas mentiroso.>> Pensó, conteniendo las lágrimas.
No se consideraba una mujer extremadamente sensible, pero sí que era cierto que esto la había afectado. No sabía si era porque lo extrañaba, porque le hacía compañía y se le había hecho costumbre... Si era por su humor, que siempre le sacaba una sonrisa... Por sus notas de voz de madrugada...
<<Joder, Serena, que estás hasta la puta médula con este tío>>
También, recordando esta noche tan fatídica, algo que le había llamado la atención, era que el cocinero comentó algo acerca de él. Le había entendido? Ni de coña, pero estaba segura que le había dicho que el tío era famoso. Famoso como? Raúl no le había dicho nada... Estaba segura que se habría confundido.
<<Déjalo ya>> se obligó y apuró el paso. Su móvil sonó, eran casi las dos de la mañana.
<<QUIZÁS no fui honesto del todo, pero que tío más idiota.>> Pensó amargada. <<Este gilipollas tiene tres pares de cojones para decirme a MI, que no le haga eso, pero que descaro!...>>
Decidió ignorar el móvil, aunque siguió sonando algunas veces mas. Lo apagó, frustrada.
Mientras tanto, Raúl se encontraba perdido. No podía pegar un ojo y deseaba que el móvil vibrara para avisarle que tenía un mensaje nuevo. Eso nunca sucedió.
Sara dormía. Podía notar que estaba un poco frustrada, después de todo había intentado acostarse con él esa noche, pero el joven aludió que no se sentía bien y le dió el esquinazo. Su cabeza era un infierno.
<<Ya Raúl, toma una puta decisión>>
Tomar una decisión sería más fácil si la mujer que estaba en su cabeza ahora mismo no se hubiera enfadado tanto. Tenía motivos? Si. Él le había mentido descaradamente. No había sido honesto. No le dijo quién era él realmente, ni que hacía ni que había ya una mujer en su vida.
Su amigo Xavier le había dicho que no joda, que meterse allí era difícil, que la tía estaba herida por una relación que había terminado... Y él eso ya lo sabía, porque ella le había contado lo que el otro gilipollas le había hecho previamente.
Esa noche ambos durmieron pensando en el otro. Raúl esperó algún mensaje, pero no sucedió. Se desveló viendo una película... y pensando en ella.
Serena también pensó en él, pero decidió no contestarle ni esa noche ni nunca. Lo que si decidió hacer fue buscar en internet su nombre, a ver de qué iba todo eso de que el tío era famoso.
<<Hola Auron>> recordó.
La pantalla de Google brillaba en el móvil. Solo tuvo que tipear "Auron" para rápidamente descubrir quién era Auronplay, el Alter ego de Raúl.
-Joder, que puto mentiroso -susurró a la nada mientras investigaba acerca del joven castaño que le decía que la quería todas las noches pero salía con tías bellas en la semana pese a estar "muy ocupado".
Su "muy ocupado" respondía a otras mujeres, subir videos a YouTube y hacerle el cuento por WhatsApp.
Luego de un rato de investigación la encontró. La rubia bellísima con la que lo había visto, era nada más y nada menos que su novia de muchos años.
<<Vale, menuda joya te has ganado, Serena Delacroix>> pensó antes de dormirse luego de que Google le confesara quién era su proyecto de enamorado.
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Un invierno en Barcelona (Auronplay)
RomanceLa historia de cómo Raúl encuentra el amor en el momento menos pensado, en el lugar menos pensado. Un romance de película, y mí primer historia aqui. Aclaro para las personas que lean que contiene lenguaje adulto y contenido un poco intenso :P Amiga...