Santorini

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Lo primero que pensó Raúl fue que Serena trabajaba de camarera, pero en un restaurante italiano, más precisamente en "Il posto di Justin"... Es decir que a Sara podía apetecerle comer cualquier cosa que quisiera que él sabría donde NO llevarla.

Lo que Raúl no sabía, es que Serena no había llegado a contarle que ya no trabajaba en el mismo lugar del Mediterráneo.

Extrañaría la conversación nocturna, así que decidió escribirle antes para avisarle que no podría hablar por la noche como de costumbre.

Se apresuró a escribirle cuando Sara se maquillaba. Solía tardar y aprovechó el momento para no levantar sospechas. Suspiró resignado. Menudo lío estaba montando.

La quería, eso sí era cierto

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La quería, eso sí era cierto. Y extrañaría la conversación nocturna, eso también era cierto. En ese momento tenía la cabeza liada... y el corazón también.

Haber llegado tan lejos con Serena también ponía en evidencia que su relación con Sara no era tan fuerte como pensaba, y sus sentimientos por ella tampoco... Pero ya vería él como seguir.

-Estoy lista -sonrió Sara, hermosísima.

***

Serena estaba nerviosa, era el primer día. Aún no conocía a sus colegas y guardó el móvil rápidamente para ponerse a trabajar.
Leyó los mensajes de Raúl y se lamentó de no poder hablar con él por la noche... Ya hablarían mañana. Respiró hondo y salió a trabajar.

Cuando Sara y Raúl llegaron a "Santorini" el maitre acompañó a la pareja a su mesa en la parte de atrás. Había un hermoso jardín con una decoración griega que incluía columnas corintias y estatuas, con una bellísima fuente en el medio.

-Que lugar más bello... Y romántico. Gracias por traerme aquí -dijo Sara sosteniendo su mano. Raúl la miró a los ojos, tomó la mano de su novia entre las suyas y la besó.

Serena, a unos metros sintió que su estómago se encogía. No podía ser cierto. Ese no era Raúl, debía ser un tío muy parecido... Pero no Raúl.

Serena pensó en escribirle un mensaje... Pero siendo el primer día en Santorini no quería mostrarse utilizando su móvil. Quería resultar eficiente, rápida y competente... Pero ahora mismo se sentía mareada.

<<Respira, tía, respira. Haz pasado cosas peores. Levanta tu puta cabeza y ve atender a esa pareja con dignidad.>>

Decidió escuchar su propio consejo y se acercó a la mesa. Tragó saliva.

-Buenas noches, bienvenidos a Santorini, que les gustaría ordenar?

Un invierno en Barcelona (Auronplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora