Un invierno en Barcelona (Auronplay)

Bienvenido, Invierno

El invierno encontró a Zulema y Xavier viviendo juntos.

Serena había decidido irse de Barcelona y reubicarse en Palma de Mallorca... Después de todo, si había algo a lo que la castaña estaba acostumbrada era a empezar de nuevo. Barcelona ya le había traído demasiadas penas y prefería alejarse de los catalanes por un tiempo. Palma sería un buen sitio donde comenzar... Además podría seguir trabajando en España y mantener su apartamento... había ahorrado buena pasta trabajando con su amiga.

Era cierto que extrañaba mucho a su amiga, por lo que decidió viajar a Barcelona a pasar las fiestas con Zulema, después de todo, no conocía a nadie en Palma y su madre estaba de viaje por Sudamérica.

***

Serena llegó cerca de las 8. Había viajado bastante pero ver a su amiga le ponía feliz. Era lo más cercano a una hermana que tendría jamás.

Con un pantalón blanco y un sweater Rosa viejo, la joven atravesó la puerta luego de fundirse en un abrazo con Zulema. Xavier al verla palideció y fue a la cocina a buscar algo de beber luego de saludarla cordialmente.

-Ole, tía, que guapa estás!

-Gracias a ti -rió Serena -Tu te ves guapísima también. Traje vino y algunos dulces de Palma. Y mí pijama claro está, que me quedo a dormir, coño.

-Mi casa es tu casa -le respondió Zulema muy seria. -Traeré un poco de vino, nos sentará muy bien, venga siéntate -agregó volviendo a la gigantesca cocina barcelonesa.

Xavier la vio entrar y le hablo un tanto lúgubre.

-Zule... No sabía que Serena estaba invitada...

-Que ha pasao?

-Pensé... Que Serena no vendría y pues... Invite a Raúl.

-Joder, tío! Como que has invitado a Raúl?

-Pues... Sí, sus padres se han ido a un crucero o algo así, y... Me has dicho que invite los amigos que yo quisiera... Lo he invitado.

-Me cago en la--- Y vendrá?

-Está en camino...

-Bueno, ya, son adultos. No habrá lío, vale? -suspiró Zulema -voy a llevar el vino.

En ese momento, el timbre sonó, estrepitoso.

-Zulema! Están timbrando! Ya lo cojo yo... -dijo Serena acercándose a la puerta.

La abrió apresurada y sintió como si alguien invisible le hubiera golpeado el estómago y la hubiese dejado sin Aire.

Era Raúl.

Y Sara.