Un invierno en Barcelona (Auronplay)

La llamada

Raúl se estiró para besarla, pero en ese momento, el móvil de la joven sonó. Ella, besándolo, se despertó de ese sueño soporífero y tomó el aparato que no paraba de sonar.

<<Zulema llamada entrante.>>

Serena cogió la llamada.

-Zule!

-Buenas noches, monada. Escúchame... Sé que estás contenta con el trabajo de Santorini, pero tengo algo mejor que ofrecerte. Recuerdas el proyecto en el que trabajaba? Bueno, la modelo no tuvo mejor idea que casarse y tomarse un descanso... ¿Puedes creerlo? Eso significa que la tía que iba a ser la cara del proyecto, pues se ha ido. Pienso pagarte muchísimo más que lo que ganas en ese puto restaurante y no tendrás que alcanzarle la sal a ningún pijo maltratador nunca más. Venga que me dices?

Serena estaba un poco shockeada. Su cuerpo aún estaba acostumbrándose a la realidad y su mente aún seguía viajando por esos besos apasionados.
No entendía bien que era lo que quería su amiga.

-Tía, yo doy por ti el mundo pero es que no entiendo.

-Es que no hay nada que entender. Necesito una modelo.

-Joder, Zule, conoces mil mujeres, hermosísimas, todas modelos con experiencia. No entiendo.

-Mira, lo sé... Pero la realidad es que trabajar a esa escala con una modelo es más difícil de lo que tú crees. Las que yo conozco son escuálidas, almuerzan y cenan un tomate y tienen más pretensiones que Jennifer López. Muchas de ellas tienen mañas, tía. Te quiero conmigo. Te necesito en este proyecto conmigo. Venga, nos llevamos bien, ¿no?

Serena respiró hondo asombrada. ¿Ella, modelo? Se rió, al principio confundida pero luego se asomó una carcajada.

-Zulema sabes que no sé una puta mierda acerca de cómo modelar...

-Cariño, sabes suturar heridas y detener hemorragias, piensas que modelar es física nuclear? No hay nada que no puedas aprender. Eres hermosa, te hechas un cuerpazo, eres interesante y te quiero conmigo en esto, vale?

-Pues... Vale, si tú crees que puedo hacerlo cuenta conmigo.

-Perfecto, entonces sacaré tus boletos de avión. Haz las maletas... Partimos el lunes.

-Perdon, no entiendo... partir a dónde?

-El lunes viajamos a Brasil, y de allí a República Dominicana... Haremos una pequeña gira por Centroamérica y volveremos a Europa en tres semanas.

-Espera, estaremos tres semanas fuera de casa?

-Pues... Una vez en Europa visitaremos varias ciudades de España, Italia, Francia y Alemania. Y además ¡tú hablas todos esos idiomas, es perfecto!

-Zulema, espera, por favor, es que no entiendo. Cuándo volveremos a casa?

-Dependiendo el éxito de la gira... Aproximadamente en Diciembre, Enero... ¿Quién sabe?

-No me jodas.

-No te jodo tía, venga... Haz las valijas, te explicaré todo en cuanto llegue a casa. Ahora mismo estoy despidiéndose de Xavier. Necesito follar un poco antes de emprender un viaje tan largo -se carcajeó su amiga.

-Vale, Zule... Hablaremos bien luego.

-¿Cuento contigo?

-Sí, claro que sí. Te veo mañana, tía.

Cuando cortó la comunicación Raúl la observaba recostado.

-¿Y eso? -preguntó

-Eso... Pues... Que voy a ayudar a Zulema con su proyecto... y viajaremos un poco.

-¿Dónde vais?

-No lo sé, aparentemente Brasil, y una gira... Pero me enteraré mañana cuando venga Zulema.

Raúl se veía algo decepcionado. No era lo que esperaba escuchar. Había intentado escuchar la conversación pero solo había oído las cosas que decía Serena y no las contestaciones de su amiga.

-Vale, y ¿sabes cuándo volverás?

Serena negó con la cabeza.

-No, me dijo que depende el éxito de la gira sería "Diciembre, Enero... ¿Quién sabe?"

-Eso es bastante tiempo... -dijo algo decaído.

-Eso parece pero quiere que modele para una campaña fuerte que lanzará a nivel mundial. Me dijo que pagara muchísimo más que el restaurante.

Raúl asintió.

-Y que sucederá con tus estudios?

-Seguiré a distancia, creo...

-Parece que ya lo tienes decidido...

-Sí, creo que me vendrá bien un tiempo fuera. Y el dinero, claro está.

-No sabía que Zulema tenía tal proyecto. Suena grande.

-Pues, Zule es una mujer que se lleva el mundo por delante. Cuando se le mete algo en la cabeza, va a por ello como si su vida dependiera de eso. Y está trabajando en esto desde hace bastante. Es increíble, todo sale de su cabeza...

-Pues enhorabuena entonces -le comentó no muy convencido.

-¿Qué sucede? -preguntó Serena frunciendo el ceño.

-Pensé que esto sería distinto. Quiero decir... Me alegra que estés bien y que este proyecto crezca si te hace feliz. Es solo que, bueno, voy a extrañarte. Aún no sé... Si me has perdonado, si... seguiremos hablando... No sé que deseas... Y voy a respetar tu decisión.

Serena lo pensó. Quizás este tiempo les sentaría bien a ambos. Él podría solucionar su tema con Sara y ella podría descubrir que sentía realmente por Raúl.

-Pues aún no te he perdonado... Quiero decir la he pasado muy bien, pero aún no me fío. Pienso que lo que has hecho fue una putada. También pienso que me has herido y no quiero que eso pase desapercibido. Te quiero, Raúl, y no quiero perderte, pero tampoco me siento preparada para sumergirme de lleno en esta relación.

-Vale, lo entiendo... y te daré tu tiempo porque sé que me he portado como un gilipollas. Seguiremos hablando? Me escribirás?

-Sí.

Raúl sonrió y la besó nuevamente. No le hacía gracia que se fuera lejos, pero no quería perderla. Con eso era suficiente.

-Dejaras a Sara? -Disparó Serena.

Raúl tragó en seco. 

-Dame tiempo...