El Robo de Next Heaven [Terminada]

Dos Lobos al Acecho

El Oficial Ángel tenía mis expedientes de trabajo en la prisión, al ver que eran impecables, me llamó a su oficina, dijo que había recibido una llamada del gobierno, y que necesitaría ayuda.

...

- ¿Quiere que valla con usted a la casa de Gobierno?

- Así es, normalmente no hago esto, pero le debo un favor a una amiga, y con todo lo que a pasado últimamente, no va a ser algo simple.

- ¿Y porqué yo? - Pregunté mientras lo veía a los ojos, no podía negar que me interesaba un poco el entender porqué, de entre todos mis colegas, me eligió a mí.

- Tuviste un puntaje perfecto en todas las pruebas de aptitud física, también en las de puntería... Aunque tienes cierta afección a incapacitar no letalmente a todos con tu arma eléctrica. Mas incapacitados significa mas arrestos, y eso significa mas información segura, por eso te quiero conmigo hoy.

Lo bueno es que él no sabía que eso era un placer que yo tenía por torturar... Mejor que se quede en que soy buena policía.

- Esta bien Jefe, cuente conmigo.- Dije mientras hacia el saludo reglamentario.

El se levantó del asiento, y nos fuimos hasta una de las patrullas. El se subió al asiento del conductor, y yo al del acompañante, y comenzó a conducir hasta el edificio de gobierno.

Yo discretamente lo miraba, recordando las veces que me lo crucé en las duchas... Era sexy, y definitivamente quería jugar un poco con él mas adelante... Pero por ahora me concentraría en el trabajo, no podia fallar en mi primera misión.

- ¿Porqué te uniste a la policía?- Preguntó él sin despejar la vista del camino.

- Es gracioso, mi familia era pobre, así que me uní por necesidad, pero luego de mi primer arresto, sabía que me gustaba este oficio... Digamos que se siente bien el hacer lo correcto.

- ¿Incluso si lo correcto es contra las reglas?

- No se de qué hablas.- traté de evadir la pregunta, pero el rápidamente siguió.

- No estabas en mi lista de cambios de guardia, aparte de que faltan dos hombres que esperaba de la prisión... Lo que me da dos conclusiones: o se quedaron durante el incidente, o ayudaste a escapar a un recluso.

Me puse nerviosa, el ya había deducido todo lo que había sucedido... Era mi fin.

- Esa prisión era un infierno... Debía salir de allí, de una manera u otra, no me importaba si me expulsaban de la policía, pero quería salir de ese pozo infernal, por favor... No me delates.

- ¿Que ganaría yo con eso? Escucha, yo vengo de ese lugar, y sé que no es bonito. De momento no te delataré, pero a cambio... Me dirás a quien sacaste y porqué.

- Saqué a alguien que era inocente... Eso es todo.

- Suficiente para mí, una acción buena es una acción buena, no importa si el sistema dice lo contrario, ademas... Yo tampoco salí de la prisión de la manera mas "correcta" posible, pero te mantendré vigilada.

- Suficiente para mí.

La conversación terminó ahí, ya que habíamos llegado a la casa de gobierno. Ángel nos guió hasta una oficina, mientras a mi lado pasó nada mas y nada menos que la Gobernadora... Estaba segura de que en cuanto me vió, me dió una mirada coqueta, con lo que inmediatamente voltee cuando pasó. Ella hizo un movimiento con su cola y caderas algo sugerentes... Inmediatamente volví a ver al frente, algo sonrojada.

Llegamos a una oficina... En dónde nos encontramos con la antigua asistente del director de la prisión.

- Yagami, es bueno ver que saliste de ese horrible lugar.- Dijo Ángel mientras se acercó a ella y la saludó con un beso en la mejilla.

- Lo mismo digo Ángel, salir de allí fué un gran cambio para bien, ahora soy la asistente de la Gobernadora Zoe, y aunque ella tiene sus cosas, sigue siendo mejor que trabajar allí.

- Jeje... Lo se, está algo loca... ¿Hacer una ejecución pública el día de la fundación de la ciudad? Debo admitir que es algo inaudito.

- Justo de eso quiero hablarte, tengo la direccion de una llamada que entró a la prisión unos días antes de la ejecución, quiero que vallan hasta el origen, y arresten a quien hizo la llamada. Necesito hablar con él de un tema importante.

- Hmmm, si me llamas para eso... Significa que es importante. Está bien, lo haremos. Ya no te deberé nada.

- Gracias Ángel, recuerda que siempre tienes una amiga en el gobierno. Y... ¿No te conozco de alguna parte...?.- Preguntó Yu mientras me examinaba.

- Me transfirieron de la prisión a la unidad antidisturbios.- Contesté con calma.

- Oh claro, bueno, espero que Ángel te trate bien, tiene la costumbre de despertar a sus hombres a disparos jeje..

- Si si, ya lo sé, creeme... Lo sé.- Dije mientras veía a Ángel, el sonreía burlonamente... Como si me dijera "mañana te despertaré igual".

- Bueno chicos, vayan a encontrar al autor de la llamada, lo necesito con vida.- Nos dió un papel con las especificaciones, e hizo luego el saludo.

Ambos hicimos el saludo reglamentario, y nos retiramos de la sala.

Una vez que salimos, justo antes de entrar llegar al auto, agarré la cola de Ángel y tiré de ella

- Más te vale no volver a despertarme a tiros.- Dije mientras sonreía, tratando de provocarlo, a lo que él respondió con el mismo gesto, y agarró la mía.

- Lo haré las veces necesarias para decirte buenos días, es mi forma de decir "me agradas" Jeje.

Ambos nos miramos a los ojos por unos segundos, nos soltamos, y reímos un poco. Definitivamente me caía bien, quizá después de la misión, intente algo con él.

Subimos al auto, y él comenzó a conducir hacía la dirección que nos había entregado la coneja.

Encendí la radio, y mientras sonaba un poco de Punk de la post guerra, con Ángel empezamos a conversar un poco.

- ¿...Tienes hijos?

- No, mi último novio me dejó porque no estaba mucho en casa, la prisión era un trabajo que me consumía bastante, nunca llegamos s concretar la idea. ¿Y Tú?

- No, de momento no se me cruzó por la mente esa idea, pero aunque quisiera, aún tendría que buscar a alguien.

- Ya veo, y... ¿No estas interesado en nadie?

- Pues la verdad hay al... Oh Ya llegamos.- Dijo mientras se estacionaba junto a un galpón lleno de cordón policial.

Baje del auto, y saqué mi arma. Ambos fuimos a la la puerta principal en total silencio. Al acercarme a la puerta, pude distinguir que se escuchaban pasos dentro del lugar, asi que hice una señal a Ángel, y ambos derribamos la puerta, y gritamos.

- ¡NHPD! ¡Al suelo, y manos a la cabeza!

- Por favor... no me lastimen.- Dijo mientras se arrodillaba.

- ¡Identifícate!- Le dije mientras me acercaba.

Y la chica, muy asustada y entre lágrimas, dijo.

- Yo.. Soy Cassidy.