Capitulo 8

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En el desayuno, no hubo más que una buena ración de huevos revueltos con jamón, un vaso de leche y un zumo de naranja.

Durante este tiempo Christopher no se despegó de Joel, se sentó a lado de él en el gran comedor que se encontraba unos pocos metros de distancia de las cabañas.

Todo el mundo comía en silencio y en solitario, exceptuando a dos personas, Chris se mantenía platicando anécdotas al menor y aparte, se dedicaba a hacerle un montón de preguntas, dándole apenas un poco de tiempo de contestar al otro antes de volver a preguntar, Joel se empezaba a sentir incómodo, y no por las preguntas o por Christopher, si no por el ambiente, todo el tiempo las demás personas dentro del comedor les lanzaban miradas nada discretas e irritadas.

-¡Oh! Y Joel se me olvidó preguntar...- empezó Christopher con efusividad.

-Christopher- interrumpió Joel -podrías hablar sólo un poquito más bajo...- finalizó Joel con una sonrisa incómoda, viendo hacia enfrente.

-¿Eh?- Christopher puso atención a su alrededor notando todas las miradas encima de ellos -¡Ah cierto!- bajo su tono de voz casi convirtiéndola en un susurro -¿Qué día es tu cumpleaños?-

Terminando de tomar su jugo, Joel sonrió y se limpió la comisura de sus labios. Chris tragó duro ante esta acción dejando de prestar atención al mundo y viendo sólo esos labios.

-Tardaste en preguntar eso- fue Joel quién lo sacó de su trance -veintiocho de febrero ¿Y el tuyo?-

-Veintitres de noviembre- contestó reprimiéndose a sí mismo por ser tan débil ante Joel.

Un sonido desde el exterior los distrajo, un golpe leve en el micrófono para comprobar el sonido y después una suave voz femenina.

-Muy bien chicos, vamos hablar de su itinerario para el resto de su estancia aquí y del día de hoy:

«Más adelante, estarán en la estancia de dialogo, y podrán debatir sobre lo mejor de lectura y la diferencia de un Best-seller y una Obra Literaria. Dependiendo de su opinión, hablaran y se colocarán donde es debido, al igual que la diversidad de géneros, y autores de moda y buenos autores. Diferencia de la literatura inglesa y estadounidense, además se pondran a prueba sus conocimientos y habilidades respecto a esto, analizando su nivel de catarsis alcanzada. Si leen por afición, gusto o costumbre. Si en verdad son lectores. Pero, después de su desayuno, tendrán una actividad de modo social, donde tendran que escoger a una persona para que sea su pareja, y se encaminaran a una divertida aventura por el bosque en busca de los 6 libros que forman la enciclopedia básica para la lectura renacentista. La pareja que gane de las ocho que habrá, se los llevarán en primera edición. Por supuesto, los que estarán escondidos en el bosque, serán sólo las imitaciones.

«El resto de la semana, tendrán diversas pláticas, y acercamientos a lectura contemporánea, los libros de moda y de lo que principalmente hablan, comparando a lo que se escribía siglos atrás»-

Con una sonrisa, la agradable mujer que no se había visto hasta ese momento, se despidió y salió del lugar, Joel mantenía una sonrisa de oreja a oreja y Christopher estaba tratando de comprender algo de lo dicho por la señora. Sin embargo, si algo había comprendido era que en algún momento tendría que tener pareja para quién sabe que cosa.

Sonrio para si porque sabía quién conocía el motivo de que tuvieran que hacer trabajo en equipo, y esa persona también sería su pareja. Una sonrisa entera formaron los labios de Christopher.

Y al parecer, Joel y Christopher, eran los únicos sonriendo de emoción, por motivos diferentes pero lo hacían.

El rizado volteo para observar a Christopher sin quitar su sonrisa, la cual desapareció al notar que Christopher lo miraba con una sonrisa de idiota enamorado. Un intenso sonrojo se instaló en las mejillas del menor, sin embargo esto sólo provocó que el castaño agrandara la sonrisa, Joel empezaba a tener ese tipo de reacciones con él, eso era buena señal.

-Emmh... Yo-Yo...- Joel quitó los ojos del castaño y empezó a remover los cubiertos en su mesa de forma inquieta.

-Creo que nunca me cansaré de tus sonrojos- soltó Christopher, frase que cumplió con su propósito, intensificar el tono escarlata de su cara.

-¿Eh? ¿Po-por qué...?- lo único que quería saber Joel era porqué Christopher siempre tenía que andar soltando frases como esas.

-Favor de colocarse en la explanada- se volvió a escuchar desde un micrófono.

Una vez en el exterior, les dieron instrucciones desde los límites que debían de considerar en el bosque, ya que si se alejaban de cierto punto se corría el riesgo de perderse, hasta lo que debían de
hacer en caso de alguna emergencia. Las reglas seguidas y los posibles señuelos de otros libros que podrían encontrarse. Más tarde les repartieron unos papeles donde tenían que anotar el nombre de su pareja.

Christopher, quién no se despegó un segundo de Joel, se aseguró de mirarle e insistirle infinidad de veces para que se anotaran juntos, a pesar de que sabía que el menor no tenía opción.

Cuando hubieron llenado y entregado estos, les repartieron un par de mochilas con lo necesario para el transcurso del día. Tenían un tiempo límite hasta las 8:00 pm. Las ocho parejas se colocaron de una forma separada y bien distribuida alrededor de la explanada, esperando por la señal, luego la misma señora de un momento atrás, habló de nuevo por el micrófono.

-Felices juegos de lectura, y que los libros siempre, siempre estén para leer-

Por primera vez, todos rieron, incluyendo a Christopher. Joel volteó para verlo sorprendido.

-¿Qué?- el mayor se inclinó hacia Joel y le susurró -he visto las películas-

El rizado rió y rodo los ojos. Caminando de forma tranquila se adentraron al bosque, en ese momento, tranquila naturaleza.

Paso un tiempo antes de que alguno de los dos hablara. A Joel se le dificultaba iniciar las conversaciones, y para Christopher, le empezaba simplemente a gustar la compañía del otro.

-Y...ya que estamos en esto- empezó el ojimiel -¿Por qué te gusta leer?-

El otro sonrió de medio lado sin dejar de caminar.

-Bueno, del modo intelectual, porque aprendes cosas y tienes de qué conversar, al igual que de una forma u otra te vuelves más creativo y te abre muchas puertas, ademas que de manera indirecta formas parte de una historia que nació de la expresión de un sentimiento por parte del autor- concluyó Joel.

- Y... ¿personalmente?- indagó Christopher.

Silencio. Joel se adelantó unos pasos, y no contesto, Christopher creyó que debía ser algo muy suyo, y no lo iba a presionar a contarle cosas que no quería decir, eso no sería bueno para sus planes.

Cuando pensó que Joel ya no diría más, el otro habló.

-Puede que...- hizo una pausa meditando lo que diría -me guste porque es una escapatoria, para no pensar demasiado en mí, y experimentar nociones de algunos sentimientos que sé que no podré
experimentar- finalizó con una sonrisa triste, que el castaño no pudo ver por estar un poco más atrás.

-¿Te ayuda a olvidar?- cuestionó Christopher de forma directa.

-Yo diría que... me ayuda a no recordar-

Christopher se detuvo en seco. Las palabras del castaño sonaron tan nostálgicas, que si no hubiera sido por lo impactado que lo habían dejado, hubiera corrido a abrazarlo.

Lo vio avanzar, caminar distraídamente en medio del bosque, y un sentimiento de protección se instaló en él, algo que le decía que tenía que protegerlo de todo. Sin embargo, cayendo en lo que estaba pensando y sintiendo, sacudió su cabeza de manera brusca, como tratando de sacarse esos pensamientos. Suspiró y se dispuso a alcanzar a Joel cuando éste profirió un grito de triunfo.

Como si no nos hubieramos amado || VirgatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora