-¿Y si vemos una película?- Le pregunta Christopher a Joel.-Pero no tengo tele...- replica el rizado.
El castaño le responde con una gran sonrisa antes de sacar su laptop de una pequeña mochila.
-Aquí veremos mí película favorita. Se sube a la cama de Joel ante la atónita mirada que le daba el rizado, para luego acomodarse a lado del rizado, y pues como la cama es individual no hay separación alguna entre ambos. El más alto sonríe
al notar el cuerpo tenso del contrario.-Oh vamos, ya somos novios, no tienes porqué incomodarte- dice Christopher con simpleza y una sonrisa tranquila.
-¡Y-ya lo sé! Pe-ro no puedo evitarlo- arguyó Joel.
Por el contrario el castaño rodeó al otro con su brazo por atrás en un movimiento habilidoso y rápido. Abrazandole, indiferente abrió el portátil tecleando algunas cosas con la mano restante.
Mientras Joel seguía en shock, incapaz de apartar la vista de su hombro, donde ahora reposaba la mano del más alto.
-Bien veamos la película-
La película favorita de Christopher, como bien ya sabía Joel, era una titulada "Conociéndote otra vez" una historia dramática sobre un adolescente enamorado que trata de todas las formas posibles estar para siempre con la persona a la que ama. Para Joel, al cual es fácil distraer, resultó ser la excusa perfecta para poder dejarse de incomodidades y disfrutar de la pantalla. Tanto así, que por la mitad se recargó con libertad y sin vergüenza sobre el pecho de Christopher, casi aprovechando el que le estuviera abrazando por la espalda. El castaño sonrió satisfecho.
[...]
Ya eran las doce de la noche cuando Christopher notó la hora. Se le había ido el tiempo en un segundo a lado de Joel mientras platicaban. Y ahora el rizado yacía dormido con la cabeza sobre el pecho de Christopher, junto con la misma respiración acompasada y tranquila de siempre. El castaño le acariciaba la cabellera, tal vez consciente o tal vez inconsciente de lo que hacía, en realidad no le importaba en esos momentos, sabía muy bien que sus preocupaciones se debían centrar en otras cosas.
La llamada que dijo había sido de su madre, no tenía otro remitente que nada mas y nada menos que Zabdiel, quien le pidió una reunión de emergencia en el parque del encuentro horrorifico, como él le había bautizado. Y Christopher no tuvo de otra mas que aceptar.
Por el contrario, ese idiota andante, como por su parte Christopher le apodó de un tiempo para acá, sólo le acribillo de varias preguntas, y de más y más información respecto a Joel, algo que le confundía demasiado, además de darle sólo un par de instrucciones.
"Investiga cuanto puedas de él, lo más escondido que guarde y traeme evidencias de cada cosa. No esperes más instrucciones, sólo espera a su lado un poco más"
Entonces Christopher se tuvo que regresar por donde había venido, y seguir fingiendo con Joel un noviazgo que le daba asco. Sí, eso.
Pero se encontraba ahí, con la mirada perdida en algún punto de esa oscura habitación apenas alumbrada con la escasez de la luna, acariciando cuando no quería el cabello de alguien que no quería, pensando qué hacer con ello. No, eso no era lo que tenía que hacer, tenía que pensar en lo que debería de hacer en esos momentos. Y lo que debería de estar haciendo en lugar de perder el tiempo, era obedecer a lo dicho por Zabdiel.
Cuidadoso de no despertarlo, se fue incorporando tomando la cabeza ajena con delicadeza para así posicionarla en la almohada. En el momento de comenzar a rebuscar las cosas del rizado, notó los lentes chuecos que aún llevaba Joel asumiendo que le lastimarían y que si le molestaban aumentaban las probabilidades de que se despertara más fácil, y si eso sucedía entonces no sería posible encontrar información secreta sobre él, convenciendose con esa idea de que era por ello que haría lo que haría, procedió a quitarlos con suma precaución y cuidado. Cuando por fín comenzaría a asaltar la habitación, un escalofrío le recorrió todo el cuerpo haciéndolo temblar a la falta de calor, entonces giró a ver de nueva cuenta a Joel, ahora fijandose que estaba destapado, eso traería inconvenientes, pues si hacía frío y él se encontraba bajo de defensas por el ataque además del asma, sería más probable una gripe, y si eso sucedía entonces él mismo tendría que pasar más tiempo con el rizado, y lo tendría que mimar más además de tener más detalles con él, tomando esa idea como el objetivo verdadero, destendió las colchas puestas por debajo de Joel y lo tapó con ellas.
Bien, ahora podía iniciar con el stalkeo. Yei...
Fue abriendo cada cajón del escritorio, revisandolos uno por uno con verdadero acopio... y por ello se quería decir que apenas lo abría echaba una ojeada muy quisquillosa procediendo a cerrarlo de inmediato.
Al final decidió rendirse, después de todo cuando le entregara cuentas a Zabdiel, no sonaría extraño que pusiera como excusa el que Joel resultara un aburrido ratón de biblioteca.
Pero para su mala suerte en el último cajón revisado se veía una sola cosa, una libreta.
Al principio titubeo, pero luego lo pensó mejor, algo así como un diario era lo que necesitaba, lo ideal, y tal vez ahí lo tenía, en bandeja de plata. Separó la silla del escritorio para sentarse y tomar el cuadernillo.
Abrió lentamente el encuadernado, lamentando estar haciendo lo que hacía y a la vez intentando convencerse de que era lo correcto.
Sin embargo el contenido que encontró no era el de un diario, ni mucho menos. Empezando a leer notó la diferencia, había rimas, era más un sentir de cada cosa vivida, eran canciones.Su curiosidad pudo más, iniciando a leer con rapidez cada canción, cada letra escrita, viendo lo más destacable de cada composición; todas eran demasiado tristes, demasiado grises, al parecer describiendo el día a día desde el abandono de su madre.
Sabía que si se llevaba el cuaderno, Joel lo notaría, sacó su teléfono móvil y capturó una de las muchas canciones que agu habían. Christopher creyó que era la última canción escrita por Joel y por la fecha eso ya tendría más de dos meses, de alguna forma le aliviada no ser parte de alguna canción, pero por otra parte le decepcionaba un tanto. Pensando en ello, apunto estuvo de cerrar la libreta cuando pudo ver más escritos en las últimas páginas. La primera se titulaba "Llegaste tu". Y la leyó.
Una gota de algo mojo una de las letras de la canción. Christopher no supo de qué se trataba y hasta alzó la cabeza en busca de alguna gotera. Luego sorprendió a otra gota traviesa deslizarse por... ¿Su mejilla? Toco su rostro con ambas manos descubriendose llorando.
Ah, esa gotas eran lágrimas.
"¿Pero qué rayos me pasa?" Pensó Christopher secandose bruscamente las lágrimas de su rostro. Y es que sabía que esa canción era para él, la fecha anunciaba que había sido escrita la noche anterior, tal vez después de lo del parque. Sentía una muy extraña opresión en el pecho.
Despejandose, y tratando de encerrar sus sentimientos en una armadura impenetrable, cerró el encuadernado de golpe, regresandolo al cajón. Se paseó frustrado y confundido alrededor de la habitación, tratando de ser cauteloso ya que podría despertar a... ¿¡Pero porqué rayos me importaría eso!? Se regañó a si mismo.
En una de sus tantas vueltas, la curiosidad por el armario le invadió, y sigiloso lo abrió. Lo que se espera encontrar en uno de esos es ropa, ropa, ropa... pero contrario a ello, Christopher pudo identificar un pequeño teclado, un par de guitarras eléctricas, un pequeño amplificador, y una laptop conectada al aparato inicial. No era mucho de extrañar contando con que Joel era compositor.
El quejido somnoliento de éste último, posible advertencia de que podría despertar, le impulsó de forma inexplicable a estirar la mano y coger una pequeña microSD que sobresalía del portátil.
Un tanto dudoso la guardo en su pantalón, al tiempo que verificaba el estado de Joel.
-¿Christopher?- susurró el rizado.
-¿Eh? Ah, sí, aquí estoy- Se acercó hasta la cama del contrario, y antes de que se diera cuenta ya estaba acostándose de nueva cuenta -Es mejor que te duermas-
Pero el rizado ya se había dormido.
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Como si no nos hubieramos amado || Virgato
Fanfiction¿Por qué lo hizo? ¿No le bastó sólo con ser una mentira? ¿Nada fue verdad? ¿Tan poco signifiqué para él? ¿Jamás... me amó? Aún no lo comprendo bien, aún no puedo asegurar que lo creo. Porque... sigo teniendo la esp...