Quince días han pasado desde que regresamos a Nueva York, quince días que no miro a Nickolas, quince días en los que lo eh extrañado como loca.
Caroline aun no sabe que me eh comido a su hijo y espero no lo sepa aun, tampoco sabe que el me llama cada noche para saber de mi, para decirme lo mucho que me extraña y el sinfín de perversidades que me haría si estubiera con migo y las que me hará cuando me vea.
Mi temor a ser despedida a disminuido considerablemente, ya no me da tanto miedo perder mi empleo mientras Nickolas este con migo puedo ser feliz vendiendo chicles aunque no lo haría, vendería donas pero chicles jamás.
No quiero enamorarme, se que es contradictorio de mi parte pero no quiero, aun con eso lo que tenemos es lo más parecido a una relación aunque no le hemos dado el titulo como tal. Esperare a que el lo haga, no daré un paso en falso del que pueda arrepentirme después.
Estoy ayudando a Caroline a escoger un bordado que quiere añadir en su nueva colección, la cual esta muy próxima de ser lanzada y ella está estresada por eso, abra un evento y toda la cosa. Es una colaboración con nada más y nada menos que Carlos Solís, el hombre que con una palabra puede hacer que Caroline me arranqué los cabellos.
Unos golpes en la puerta nos hacen despegar la atención de la lista de bordados, me dirijo a la puerta para abrirla.
El ya antes mencionado Carlos Solís esta detrás de esta, no me lo esperaba. Al verme sonríe, le regreso el gesto, me cae bien, es buen tipo aunque me mira como si fuera comida.
-Señorita Adams, me alegra mucho verla.- dice dándome la mano.
-Gracias.- estrechando su mano. -También me da gusto verlo, pero por favor solo dígame Jenn o Jennette.- este asiente con la cabeza y sonríe.
-Caroline esta...- apunta con el dedo al interior de la oficina.
-Oh si claro, pase.- digo haciendo un ademan con mi mano para que entre en esta.
Luce muy relajado con sus manos dentro de los bolsillos, lo recordaba menos apuesto y más viejo, me equivoque, se ve muy bien y esos ojos sin duda son lindos.
-Carlos, llegas a la hora indicada.- dice mi jefa parándose para saludarlo.
-¿Para que soy bueno?.- pregunta el sonriente, me siento en el lugar en el que me encontraba antes y los observo.
-Tu vestido principal.- hace una pausa. -No tengo modelo para el.- confiesa Caroline con pesar poniéndose una mano en la cadera.
-Creí que ya la tenias.- responde el sentándose en la silla que esta a mi lado.
-La tenia.- mueve su cabeza. -Sucede que su contrato en Italia se alargo un poco más, para que Oriana pueda lucir el vestido tendría que estar aquí ya mismo y la verdad es que no se cuando regrese.
-Entiendo, entiendo.- dice Carlos tocando su barba. -¿Puedo sugerir a alguien?.- suena dudoso.
-Querido por favor, este vestido es tu joya, claro que puedes, si la chica sabe trabajar la tomare.- el tono de Caroline es amable.
Mientras ellos hablan yo estoy bobeando un poco mirando los diseños, son muy bonitos, algún día comprare algo como esto y lo usaré hasta para ir al baño. Todo estaba bien hasta que escucho:
-La sugiero a ella.- levanto la vista y ambos estan viéndome, los observo sin saber bien a que se refieren, mi rostro es claramente de alguien que no pone atención y ellos lo notan.
-Linda, ¿Te gustaría lucir el vestido de Carlos en el próximo lanzamiento?.- pregunta mi jefa un poco ansiosa, no se que decir no me lo esperaba.
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ES POR TI
RomanceLo más hermoso y puro siempre estará lleno de espinas, depende de ti darle sentido a la herida que te causará. Monika Bennett. Obra registrada en Safe Creative. Codigo: 1903100221377