Lo más hermoso y puro siempre estará lleno de espinas, depende de ti darle sentido a la herida que te causará.
Monika Bennett.
Obra registrada en Safe Creative.
Codigo: 1903100221377
Desperté sola en la enorme cama que comparto con Nickolas, hoy no es un día cualquiera por que hoy 28 de abril es un día perfecto un día que jamás olvidare, si, hoy es el día en que legalmente seré la señora Burkhardt, hoy es nuestra boda.
En la almohada de alado hay una nota con una rosa azul, la tomo, paso mi dedo por las letras, esta escrita por Nickolas, su caligrafía es inconfundible.
《Aun recuerdo el dia que llegaste a mi vida,tu sin avisar y yo sin sospecharlo, desde entonces creo en el destino. Te veo en el altar.》NB
Doy vueltas sobre la cama como niña chiquita, estoy tan feliz, que mi respiración no es normal no puedo con tanto. La puerta de mi habitación se abre y entra mi querida y ama suegrita con mi hija de la mano y una taza de café.
Lea corre hasta llegar con migo, la abrazo y la subo a la cama con migo.
-¿Cómo amaneciste?¿Bien?.- asiente. -Bien despeinada.- le remuevo su rubio cabello mientras ella ríe.
-¿Nerviosa?.- pregunta Caroline extendiéndome la taza de café. La tomo.
-Nerviosa no, ansiosa.- bebo del café. -¿Siguen dormidas verdad?.- asiente.
Mis amigas nunca cambiaran, en sus bodas yo desperté primero y ellas no hacen lo mimo con migo, son como dos rocas, Molly tenia el sueño ligero hasta que salió embarazada ahora ni un tractor la despierta.
-Tenemos que comenzar, la limosina nos recogerá a la una y treinta.- asiento.
-Caroline, gracias por todo.- me levanto y le doy un abrazo. -eres increíble y me hubiera encantado usar un vestido echo por ti.-
-Gracias a ti por hacer tan feliz a mi hijo y a Lea, ya tendrán una segunda boda y en esa usara un vestido que haré especial para ti.- limpio mis lagrimas, si yo no cambio tampoco, soy una chillona.
Las dos rocas, perdón, mis dos amigas entran cada una con flores en las manos simulando la marcha nupcial, Caroline y yo no pudimos contener la risa al ver que Elena se les a unido.
-Hay que mover ese culo señoras.- nos dice a todas. -Señorita.- le dice a Lea. -Que el tiempo no nos espera y las hadas madrinas no existen, hay que ponernos más guapas de lo que ya somos.-
-Que fino tu vocabulario.- digo riendo.
-Lose, soy la elegancia en persona, anda muevete, vamos a que nos maquillen y toda esa mierda.-
Salimos de la habitación en dirección a una de las salas, me sorprendo al ver muchas personas, en la boda de ellas no había tantas, aquí hay hasta fotógrafos.
Mientras con maquillan y peinan comemos chocolates, eso me ayuda a los nervios quisiera que movieran mas rápido las manos pero es imposible.
Tres horas y media tardaron en dejarnos listas, fueran eternas de verdad, comí casi diez quilos de chocolates. De la mano de Betty llega mi hermosa niña ya con su vestido puesto, vestido que desde luego fue echo por su abuela, los colores azules y rosas le sientan bien y este tiene ambos.
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