Capitulo 1

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Me mire al espejo por enésima vez repasando mi atuendo una y otra vez, si hay algo que amo en este mundo es la ropa, por esa razón no se si lo que eh escogido sea lo ideal para una entrevista de trabajo, siempre eh creído que la primera impresión nunca se olvida y eso me hace dudar aún más, es mi quinta entrevista en lo que va del mes y estoy comenzando a estresarme, mis ahorros no duraran para siempre.

Tomo mi bolso, mi teléfono y mis llaves, lista para irme.

Cundo salgo de mi apartamento miro una figura familiar acercándose con prisa, checo la hora y sé de quien se trata, es mi linda vecina

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Cundo salgo de mi apartamento miro una figura familiar acercándose con prisa, checo la hora y sé de quien se trata, es mi linda vecina.

-Hola Zara con Z.- le sonrió y avanzo con ella.

-Te estas tomando muy enserio eso de llegar tarde al trabajo eh.- uso mi mejor tono burlón.

-Jenn, mi despertador no sonó de nuevo.- dice haciendo un puchero.

-Sí...si, es la historia de todos los días, seguro el despertador lo hace apropósito.- digo sarcásticamente.

-Aunque no me creas, creo que tiene algo contra mi el aparato del demonio.- lo dice en modo muy serio para que parezca verdad.

Ambas reímos.

Zara es mi mejor amiga, la conocí cuando llegue a Nueva York hace cinco años. Decidí venir aquí para alejarme de mi familia, vivía en California con mis padres pero eso me estaba sofocando, mi padre murió en un accidente de auto y mi madre comenzó a presionarme para que me casara con el hijo de un socio de papá.

Ellos tenían un acuerdo en el que si uno fallecía todo quedaría en las manos del otro y a la familia del fallecido solo le tocaría una pensión mensual, entonces mi madre creyó conveniente que me casara con su hijo para no perderlo todo. Desde luego yo no quería, mi hermana Amber tenia diecisiete así que todo recaía en mí, con veintitrés años en ese entonces lo último en lo que pensaba era en matrimonio, ahora con veintiocho años es algo que si quiero, el problema es que no tengo con quien.

Zara y yo vivimos en el mismo complejo de apartamentos en Brooklyn y somos inseparables prácticamente es como mi hermana.

Salimos del complejo en busca de un taxi, mi amiga trabaja en un cafetería cerca del Central Park y a pesar de ser un local pequeño le va muy bien si a eso le contribuyes que coquetea con todos los clientes, aunque eso es algo natural en ella, es una rubia bastante atractiva y carismática.

-¿Cómo va la búsqueda de empleo?.- pregunta mientras busca un taxi con la mirada.

-Estoy rezando por que esta entrevista sea la buena.- digo con la cabeza baja.

-¿Dónde es la entrevista?.- vuelve a preguntar.

-Times Square.- respondo restándole importancia, mi amiga detiene su andar para observarme de pies a cabeza.

-No había prestado atención a tu atuendo chica dotada y luces bien pero.- hace una pausa. -¿No crees que pudiste esmerarte más?.- dice sonriendo.- Digo es que en Times Square hay hombres jodidamente sexys y bien vestidos, con ese cuerpo podrías ligarte uno de Wall Street.- mueve sus cejas pícaramente mientras nos subimos al taxi.

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