Lo más hermoso y puro siempre estará lleno de espinas, depende de ti darle sentido a la herida que te causará.
Monika Bennett.
Obra registrada en Safe Creative.
Codigo: 1903100221377
Creo que son cerca de las tres de la mañana, no puedo dormir, después de cenar vimos un par de películas hasta que Lea se quedo dormida, la imagen de Nickolas con la pequeña dormida sobre su pecho esta grabada en mi memoria, es lo mas tierno del mundo.
Doy vueltas por la cama, cuento ovejas, borregos, caballos, patos, de todos los animales posibles y ni así me da sueño, otra cosa es que muero de sed y olvide traer un vaso con agua.
No e querido salir a la cocina por que no encontré mi albornos, mi pijama es como de costumbre muy pequeña, tal vez no sea tan mala idea salir y ver si me encuentro a Nickolas.
Me coloco las pantuflas y salgo de la habitación, todo esta en silencio y un poco obscuro, no cierran las persianas por lo que la luz de Nueva York entra por las ventanas.
Bajo las escaleras con mucho cuidado, lo menos que quiero es hacer ruido y que crean que se han metido a robar, me chocan las pantuflas no puedo caminar bien, tengo que arrastrarlas, así que lanzo dos patadas al aire haciendo que estas salgan de mis pies, mucho mejor.
Camino de puntillas hasta la cocina, abro el refrigerador y saco la jarra con agua fría.
-Esas patadas fueron impresionantes.- dice su voz ronca asustándome, abro los ojos como platos, volteo a verlo, esta parado en el umbral de la puerta, se ve jodidamente sexy, tiene puesta una pijama de seda en color negro, el muy modesto la tiene desabotonada déjenme ver todo su perfecto abdomen, siento más sed de la que ya tenia.
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-Que susto me diste.- digo poniendo una mano en mi pecho. -¿Que ases despierto?.- pegunto tomando un vaso, quiero disimular, no quiero que note lo mal que me a dejado el solo verlo.
-Tenia sed, vine por agua y te vi haciendo tus movimientos ninjas.- reímos, tomo otro vaso para el, mientras sirvo el agua siento su vista en mi, claro olvidaba que mi pijama no deja mucho a la imaginación.
-Aqui tienes.- le extiendo el vaso, lo bebe completo mientras que yo solo le doy un sorbo, sigo como estúpida mirándolo, creo que ya lo noto, me iré antes de que otra cosa pase.
-Regresare a dormir.- digo mientras dejo el vaso con agua, no se que hago se supone que me lo llevaría a la habitación, paso por su lado o eso intento por que cuando me tiene cercas me pega al marco de la puerta.
-¿Estas segura que quieres irte?.- pregunta pegándose a mi, sus manos estan en mis caderas, muevo mi cabeza haca un lado por que a comenzado a dejar pequeños besos en mi cuello.
Mi respiración ya no es normal, trato de contenerla. Meto mis manos entre su camisa de pijama ya que la tiene abierta y acaricio su espalda baja, no eh contestado su pregunta pero esto lo deja más que claro.
Sube sus besos hasta llegar a mis labios, me besa suavemente, soy una tonta por no haberlo echo antes, sus labios siguen sabiendo tan bien.
Dirijo mis manos hasta su cuello y lo rodeo, lo pego un poco más a mi, aprieto los ojos por el dolor pues me eh lastimado un poco con ese movimiento. A pesar de traer pijama pequeña tengo todo el abdomen envuelto con vendas, según el medico todo esta bien ya hasta me han quitado las puntadas, es solo una molestia que pasara con los días.
