Hemos estado parados frente al mar por mucho tiempo, platicando, conociéndonos, sobretodo riéndonos, Nickolas me a contado historias muy divertidas de el y Nathan.
Este hombre es tan guapo y adinerado que debería ser frio y falto de cualquier emoción, pero no es así, es tan gentil, educado, cariñoso y sobre todo divertido, me gusta pero me hace pensar que no es normal.
Me separó de sus brazos, volteo a ver esos hermosos ojos, no quiero pero tenemos que hablar de lo que estamos haciendo, lo se, la voy a cagar pero tengo que hacerlo.
Soy la asistente de su madre y no creo que le haga mucha gracia enterarse que eh estado besuqueando a su hijo.
-Nickolas, mira.- hago una pausa. -Me pareces un hombre estupendo, simpático y muy guapo pero......-
-¿Te parezco guapo?- arquea una ceja divertido.
-Eh....bueno....claro...ya sabes.- tartamudeo. -¿Estas sonriendo? O dios eres un idiota.- tapo mi cara. -Mejor me voy.- digo tratando de avanzar, estoy realmente avergonzada, se esta burlando de mi.
-¡No espera!- toma mi mano evitando que me vaya. -No me rio de ti, ni me rio por que me crea guapo, sonrió por que me agrada que tu me veas guapo.- confiesa abrazándome, acerca su rostro al mío y me da un casto beso en los labios.
Dios, se siente demaciado bien.
-Como te decía, eres atento y muy agradable pero....-
-Y guapo, no lo olvides.- me interrumpe de nuevo muy divertido moviendo sus cejas.
-Si, y guapo.- no pude evitar reírme con el. -Pero eres el hijo de Caroline que casualmente es mi jefa, esto no esta bien, bueno si esta muy bien.- le doy un beso. -Si se entera que me anduve saboreando a su hijo va a despedirme o peor va a matarme.- digo dramatizando mientras el ríe.
-Mi madre no haría eso.- hace una pausa. -Bueno en el kínder amenazo a una niña, pero fue por que me quito un chocolate.- hace una mueca.
-Eres imposible.- refunfuño pegándole en el pecho.
-Era mi chocolate favorito.- ambos reímos.
-Ya tengo que irme.- pongo mi cabeza en su pecho. -Ya es muy tarde.
-La hora no me preocupa.- pasa su mano por mi cabello alisandolo.
-Zara ha desaparecido con Nathan.- volteo a verlo.
-Ok, eso si me preocupa.- reímos. -Pero antes quiero un poco más de esto.- acerca su rostro al mío y me besa.
Esta volviéndome loca, me encanta, sus labios me devoran, sus manos no dejan de acariciarme. Paso mis manos por su cabello sedoso. El beso es más intenso, me sostiene contra el con mucha fuerza, nos separamos de nuevo cuando el aire es indispensable, antes de comenzar a caminar me da un casto beso y entrelaza nuestras manos.
Salgo del ascensor casi corriendo, mientras me acerco a paso rápido al cuarto estoy rogando que Zara este ahí dormida, follando o lo que sea pero que este ahí.
Nickolas insistió en acompañarme hasta la habitación pero me nege, no puedo arriesgarme a que su madre nos vea juntos, no se como lo tomaría.
Abro la puerta y mi angustia desaparece al verla, mi rubia esta durmiendo placidamente, sin hacer ruido me cambio de ropa y me meto a la cama.
Intento dormir de verdad lo hago pero Nickolas no me deja, pienso en lo que ha pasado, aun puedo sentir sus manos en mi espalda y la sensación de sus labios sobre los mios, definitivamente haber ido al bar fue la mejor decisión.
-Jenn.- escucho mi nombre, me niego a abrir los ojos. -¡Oye Jenn!, vamos pequeña zorra despierta.- es tan temprano y mi amiga ya ha comenzado a fastidiar.
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ES POR TI
RomanceLo más hermoso y puro siempre estará lleno de espinas, depende de ti darle sentido a la herida que te causará. Monika Bennett. Obra registrada en Safe Creative. Codigo: 1903100221377