Capitulo36

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~Tiempo despues~

Despierto cuando los rayos del sol me dan en el rostro, iba a comenzar a renegar pero recordé que fui yo la que decidió dejar las cortinas abiertas. Me remuevo ligeramente sobre mi lugar hasta que siento como algo acaricia mis piernas, sube lentamente hasta mi barriga, la acaricia suavemente.

-Alguien amaneció muy inquieto.- dice sobre mi cuello al sentir como el bebé se mueve.

-Por como patea creo que tendremos un ninja.-

Comprobé lo que Zara tanto decía y no le creía, si se siente como si te patearan la vagina por dentro. Cuando nos dijeron que tendríamos un varón estábamos más que felices pues era lo que yo quería, pero ahora que me patea como si estuviera jugando football comienzo a creer que debí desear una niña.

Mentira, amo a mi hijo con todo y sus patadas.

-Esas mañas las aprendió de ti, aun no olvido esas patadas voladoras que diste en el apartamento.-

Me carcajeo.

-Tenemos que levantarnos ya, en especial tu, ¿A que hora te veras con la rubia?.-

-A las once, no quiero levantarme aun.- me remuevo contra su erección matutina.

-Te advierto que si sigues haciendo eso, no iras a ningún lado.- aprieta mis caderas par que deje de moverme.

-Huy, eso suena interesante.- digo divertida.

Da un par de besos en mi cuello y se levanta dejándome sola, giro mi cuerpo redondo para quedar boca arriba. Miro a Nickolas caminar hacia el baño, inevitablemente miro sus cicatrices en la espalda, en especial la que tiene en las costillas.

Cada que miro o toco esta me reprocho a mi misma el que el tenga esas marcas, Nickolas tenia una vida normal hasta que aparecí yo con toda mi sarta de problemas y un lunático. Con con la muerte de Jackson se dijo que actué en defensa propia, por toda la evidencia que tenia Isaac me creyeron pero no fue así, en el fondo yo se lo que hice, Nickolas lo sabe, Sebastien lo sabe.

Es nuestro secreto, ninguno dijo nada que pudiera perjudicarme. Tuve pesadillas por barias o más bien muchas semanas, revivía todo lo sucedido en ese cuarto de hospital, hable con un psicólogo por que mi miedo a mi falta de emociones ante esa horrible situación me desconcertaba, el solo dijo que estoy bloqueada.

Yo se que no lo estoy pero no iba a llevarle la contraria a un psicólogo, podría encerrarme en un manicomio o algo así si le digo que se perfectamente lo que hice y que no me arrepiento ni siento remordimiento alguno. De Milo ya no volví a saber asi que de el no mencioné nada al profesional.

Con dificultad me levanto de la cama siguiendo los pasos de Nickolas, retiro las dos únicas prendas de mi cuerpo. Entro al baño que esta lleno de vapor, no se por que a el le gusta bañarse con agua tan caliente.

Abro la puerta de vidrio de la ducha, sonríe al verme, entro y abro el agua fría solo para molestarlo.

-No, no, no, deja el agua caliente troll malvado.- dice con advertencia, río.

-Niñita.- me mira mal cosa que me hace reír mas.

Después de una buena y caliente ducha estoy frente a mi ya no tan amado espejo con solo bragas y sujetador, con el embarazo mi cuerpo definitivamente no es el mismo, nada me va bien soy una pelota con patas y siento que luzco horrible.

Mientras sigo viéndome Nickolas pasa a mi lado ya vestido, que carajos, los hombres la tiene tan fácil a la hora de escoger un atuendo. Mi querido esposo en lo que más tarda es en escoger una jodida corbata y eso que todas las que tiene se parecen.

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