Capítulo 9: Pensamientos rotos

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"No puedo estar contigo, pero tampoco puede alejarme de ti. Cada vez que te veo las ganas de acercarme me pueden y mirar tus ojos en esos momentos es todo para mí.

Ya sé que tú no sientes lo mismo, pero si algún día llega a ser así, te juro que haría lo que fuera por verte y hacerte feliz.

Esa forma de sonreír tuya tan peculiar, ese sonido que transmite tranquilidad, esa mirada que me derrite con sólo mirarme dos segundos y esa forma de ser que es tan única. Tú no lo sabes y a lo mejor piensas que todo esto es una tontería, que no debería ser así o que esto no está bien, pero esta cosa tan simple cambia mi día de rumbo y mi destino tiene otro sentido.

No sé si te das cuenta , pero cuando te sonrojas eres la persona más adorable y hermosa del mundo, y sé que para mucha gente esto no estará bien, pero se siente tan bien que parece lo más del mundo, cosa que debería serlo. No sé cómo pueden decir que estos sentimientos no son normales cuando el amor es lo más normal y lo más bonito del mundo, cuando esos mismos te hacen sentir tan llena y tan plena.

Yo sé que nada de esto, nada de lo que los demás puedan decir para dañarme debe afectarme, pero cuando de se trata de tu propia familia y amigos es otra cosa, eso duele más y no puedes hacer como si nada hubiese pasa, aunque esas personas no se den cuenta del daño que te están haciendo, no se puede evitar que duela, y todo lo que piensan y dicen me hace sentirme mal por sentir lo que siento, y no sé por qué, porque sé no debería.

Si tuviese que decirte a ti, sí a ti, la persona de quien estoy enamorada, que es lo que más me gusta de ti, no podría elegir una sola cosa, pero si te soy sincera en lo primero en lo que me fijé fue en tus ojos, en tus increíbles y hermosos ojos avellanas. Sé que esto debo decirlo delante de la gente, por eso lo escribo aquí, para que este secreto se quede guardado todo el tiempo que yo necesite hasta que me atreva a decir lo que siento por quien lo siento a los cuatro vientos sin importar quien esté delante o lo que digan de mi. Por ahora espero que esto siga siendo nuestro secreto.

V.S. 4 Diciembre de 2018. "

Mientras Verónica escribía esto en su diario una canción en el fondo de su habitación sonaba haciéndola viajar dentro de sí misma. Esa canción es una de sus favoritas ya que la hace pensar y averiguar siempre que la escucha cosas de ella misma que aún no sabía, ya que es muy profunda y bonita y te incita a hacer lo mismo. Después de lo que pasó el día anterior en aquella fiesta necesitaba tranquilidad y olvidarse de todo.

Verónica estaba sola en su casa, y así sería hasta después de varias horas, las cuales ella aprovechó para ducharse, jugar un rato que su perro, sacarlo a pasear y volver a su cuarto a escuchar esa hermosa canción una y otra vez hasta que se acabó quedando dormida sin darse cuenta, cosa que le traería problemas, no muy serios, pero si alguna que otra bronca de sus padres y algunas risas de parte de su hermano.

Ella sabía que de aquello de lo que se iban a enterar sus padres y su hermano es algo que ella misma tenía que haberles dicho, pero siempre que lo intentaba la entraba el pánico y no le era posible, y también sabía que esa no era la mejor forma de enterarse, pero que podía hacer ella si todo fue a causa de un despiste. Pero como ya se sabe nada se puede guardar para siempre, porque al fin y al cabo las cosas siempre acaban saliendo a la luz.

















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